Sí, yo me quede muy sorprendida al leer esta noticia. Pero sólo tenemos que pensar la cantidad de gente que usa todos los días un cepillo de dientes, y si a eso le sumamos las recomendaciones de los dentistas que nos dicen que cambiemos de cepillo cada dos o tres meses a los sumo, pues podéis imaginaros la cantidad de cepillos de dientes que generamos y que la gran mayoría de ellos no se reciclan.
Una de las alternativas al cepillo de dientes habitual, son los cepillos de bambú de brushboo.
Os diré que no ha sido la primera vez que he probado un cepillo de bambú, pero si es la primera vez que he aprecio la calidad y un diseño innovadora en un cepillo de bambú, además de ser 100% biodegradable, al contrario que otros muchos.
Mi cepillo es de dureza media suave, para así no dañar mis encías. Sus cerdas son de Nylon 6. El nylon es el plástico con mayor biodegradabilidad.
Además, tengo que deciros, que todos los cepillos vienen con frases motivadoras en su empuñadura, “Your future is outside waiting”, este es mi mensaje ¿Os gusta?
Tengo que deciros que Brushboo va más allá de los cepillos de dientes, su implicación con el medio ambiente ha hecho que incluso estén comercializando bastoncillos biodegradables, pajitas de bambú e incluso botellas.
Los bastoncillos eco de Brushboo son una alternativa biodegradable a los también dañinos bastoncillos de plástico. Ya que están elaborados de bambú natural y algodón orgánico.
Los bastoncillos los encontramos en una caja reciclable donde hay 100 bastoncillos.
Por últimos os enseño las pajitas. Las pajitas que nos trae Brushboo también son de bambú, y es que son 100% naturales. Como curiosidad os diré que son reutilizables, pues cada paquete viene acompañada de un limpiador para así darle más de un uso a nuestras pajitas.
Estas pajitas son completamente biodegradables, reutilizables y no contaminan. Y Es que están hechas de materiales orgánicos y naturales.
Todos estos productos no contienen BPA, El bisfenol A, también conocido como BPA, es un producto químico utilizado para fabricar todo tipo de plásticos policarbonatos, latas de alimentos, cepillos de dientes… Un material químico que desde luego está en el punto de mira por su riesgo potencial en la salud.
Así que como veis, no hay excusa para cambiar nuestros hábitos ¿No crees?