Antes de empezar, como siempre, debes hidratar tu rostro. No importa si el look es de día o de noche, este paso es muy importante, ya que ayudará a fijar los productos. También le dará un toque más natural al resultado final. ¡Adelante!
- Comienza aplicando un poco de primer en tus ojos, tanto en el párpado, como en la parte inferior. Intégralo bien con el dedo.
- Selecciona una sombra rojiza o burdeos y extiéndela por todo el párpado móvil. Hazlo también en la parte de abajo pero sin llegar al lagrimal.
- Ahora, con una sombra anaranjada o de color ladrillo, difumina el rojo por la cuenca del ojo. Sube un poco el color hacia la ceja y la sien para crear el efecto ahumado. Este paso fundirá los dos colores y hará que desaparezcan los cortes. ¡Haz el mismo proceso en la parte de abajo!
- Con un marrón oscuro, marca un poco la esquina exterior del ojo, pegándolo a las pestañas. También aplícalo enlas pestañas inferiores. ¡La parte de arriba y la de abajo deben juntarse en el exterior!
- Riza tus pestañas y aplica tu máscara. Si las sueles usar, ponte pestañas postizas. ¡Recuerda dar otra capa de máscara para integrarlas con las tuyas!
- Pinta la línea de agua con un lápiz color crema o blanco.
- Para completar los ojos, ilumina el centro del párpado con un pigmento brillante. ¡Uno de color cobre es perfecto! También, da luz al lagrimal y al arco de la ceja con una sombra clara.
- Completa el maquillaje aplicando tu base y corrector. ¡No te olvides sellarlos!
- Maquilla las cejas a tu gusto, más o menos marcadas.
- Contornea tu rostro y aplica un poco de colorete. Ilumina el arco de cupido, la punta de la nariz y la parte alta de los pómulos.
- Por último, ponte un labial nude. ¡Si es permanente mejor!
¡Aquí tienes el paso a paso! ¡No te pierdas ningún detalle!