Cuello a la caja, manga larga, corto mini y volantes. Muchas optan por mostrar piernas y cubrir todo lo demás. Es la forma más clara de mostrarse sensual y femenina, con la única oramentación de unos pendientes de ultimísima moda y una funda de móvil de purpurina. Un moño bajo con raya al medio y los extendidos salones acordonados contribuyen a esa especie de sobriedad sexy. ¿Paradoja? Aquí comprobamos que no.
Aunque si optamos por aunar escotazo y enseñar una pierna infinita, el estilo griego es el más utilizado. Cuerpo (en realidad, un par de tirantes anchos) plisado, fajín plisado y falda plisada. El acierto indiscutible, trasladar el nude también a las sandalias. La ojeción: tú eliges si la ausencia de sujetador te va a favorecer.
Y como cada cuerpo es diferente del otro y a cada una nos gusta marcar nuestros puntos fuertes, Blanca Suárez se decanta por combinar el nude con transparencias laterales y en espalda. Lucir un vestido ceñido la hace muy femenina y sensual. Y lo sabe.
¿Ya has decidido si te conviene dejar de usar ropa interior? Dacota Johnson se decanta también por esta opción, por exigencia de este vestido rosa palo. ¿Favorecedor?
Si no quieres meterte en estas dialécticas, opta por el escote halter. Los hombros son también una muestra de femineidad y sutileza.
Y si eres de aquellas a las que les gusta arriesgar, plántate una camiseta básica de tirantes, falda midi en tono champán, sandalias doradas y clutch de nácar. La guinda del pastel: un cárdigan de punto grueso y estética boyish anudado a la cintura (igual o más atrevido que lucir un vestido lencero sin sujetador).
Imágenes: holafashion.com, vogue.es
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