Es un buen momento para empezar revisando todos nuestro productos de cabello, los que están y no en buenas condiciones, los que están a medias de gastar… y aprovechar para hacer uso de ellos, limpieza y poner un poco todo en orden.
Antes de lavar el cabello, cepíllalo, quitarás enredos y eliminarás polvo, restos de producto, células muertas y demás, hazlo con un cepillo, y si tiene las púas terminadas en bolita, aportarás un masaje al cuero cabelludo que estimulará la microcirculación.
Cepilla además tu cabello cada día 2 veces, por la mañana y antes de irte a dormir.
Hazlo con un cepillo, y cuando salgas de la ducha, desenreda con un peine de púas anchas, sección a sección y poco a poco empezando de puntas a raíz para evitar tirones y que partas el pelo.
En éstos días de no salir de casa, olvídate de los secadores y planchas, el resto de los días, si los usas, no olvides utilizar antes un protector de calor y vigilar bien la temperatura.
Utiliza productos adaptados a tu tipo de cabello y a sus necesidades.
El lavado hazlo con 2 champunadas, aclara bien después de cada una de ellas y sobre todo el último aclarado, hazlo con agua tibia para cerrar la cutícula y aportar brillo.
Olvídate del champú en seco, que es concrétamente para todo lo contrario, para cuando no tenemos tiempo y ahora sí que lo tenemos.
Aplica una mascarilla cada quince días, o si lo necesitas, cada semana.
Un consejo para que tu mascarilla actúe mejor, es cubrir la cabeza con un gorro de ducha o una toalla y mantenerla activa durante al menos 15 minutos.
Después del lavado aplica siempre algún producto hidratante, si no te toca usar la mascarilla, no olvides usar un acondicionador o un serum.
Para aplicar el acondicionador, calientalo un poquito entre las manos y repártelo por medios y puntas.
No frotes nunca el cabello con la toalla, es mejor que lo líes en ella y hagas pequeñas presiones para que la toalla vaya absorbiendo por si sola el exceso de humedad.
Las mejores son las de algodón, y por cutre que parezca, una camiseta es lo mejor que puedes usar para secar el cabello.
Utiliza si es posible productos naturales, sin siliconas, sin parabenos ni sulfatos.
Realiza un auto-masaje de vez en cuando con masajeadores o simplemente con los dedos para activar la circulación y relajarte. Ésto siempre viene bien!
Si decides teñirte el pelo por cambiar de color o por cubrir canas, intenta hacerlo con tintes vegetales o naturales que no perjudiquen a tu cabello.
Haz un correcto mantenimiento del color, usando productos como champús adecuados a cabellos teñidos y aplicando un retoque de tinte cada mes o mes y medio. No olvides nutrir mucho el cabello.
Si haces deporte, es una buena opción que sujetes la melena con una cinta, con ella, además de estar cómoda para que no te moleste el pelo durante el ejercicio, absorberá sudor e impedirá que se cree una capa de sudor (agua y sal) en el cuero cabelludo que ayuda a que se produzca la caída del pelo.
Aprovecha éstos días y los que puedas para hacer un tratamiento intensivo, tratamientos especiales, concentrados, que aporten al cabello un plus de cuidados, que lo reparen.
Corta las puntas cada dos meses aproximádamente, así, además de tener siempre tu corte perfecto, irás saneando las puntas que es la parte más antigua del cabello y la que más sufre, te librarás de tener que hacer un corte mayor.