Aunque sea una noticia que entristezca, aún no se sabe si será un hasta luego o un adiós. Aquí no perderemos nunca la esperanza de que las puertas de las pasarelas valencianas se vuelvan a abrir y de volver a vivir momentos tan especiales como los que nos ha ofrecido durante estos años.
Si os soy sincero solo he podido asistir a dos ediciones, las dos últimas, pero aun recuerdo llegar a casa después de las clases, poner canal9 o punt2 y ver junto a mi madre las retransmisiones en directo de los desfiles, durante ese instante nos telestraportábamos al front row viendo desfilar a modelos internacionales, luciendo looks que me dejaban boquiabierto, al igual que los desfiles nocturnos sobre el agua de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, uno de mis momentos favoritos.
Esa opulencia disminuyó en las últimas ediciones, pero aún así la organización nos sorprendió realizando desfiles en sitios poco comunes como el de Miguel Vizcaino en el Trinquet de Pelayo. Esto último nos hace reflexionar sobre la tendencia actual de producir presentaciones alternativas a los desfiles, más baratas y originales que ofrecen la oportunidad de disfrutar de la moda de una forma más cercana, llegando a captar todos los detalles y matices que el diseñador nos ha querido transmitir.
Todos estamos de acuerdo que la VFW nos ha aportado momentos inolvidables, pero ¿debería la VFW evolucionar y apostar por este tipo de presentaciones?
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