Fundada por los árabes, Guadalajara es una ciudad alargada situada en un cerro sobre una terraza del río, cuya fisionomía urbana del centro histórico es heredada de la época andalusí: calles cortas y estrechas, sus muchas varias plazoletas, y la vía principal que cruza la ciudad de noroeste a sureste.
Cuatro siglos de dominio andalusí, la conquista por el Reino de Castilla a finales del siglo XI, y la llegada de la familia Mendoza durante el Renacimiento y el paso de los nobles e hidalgos por ella, conjugan en esta ciudad una peculiar belleza, haciendo encantadoras sus paredes desgastadas, sus mezcla de colores y piedras en las fachadas, ventanas con balcones, portones de madera?
Su luz y su encanto establecen un diálogo directo con nuestra alma, traspasándonos la piel e invadiéndonos de una poderosa tranquilidad y alegría.
Con amor... Lolemma
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