¡Holaaaaaa! Hoy vamos a dejar de lado los looks, la ropa, el maquillaje, y nos centramos en nosotros mismos. Hoy me apetece hablaros de manera sincera, quiero compartir con vosotros, además de mi visión de la moda, una parte de mi visión sobre el mundo. Hoy quería hablaros un poco del tema de las colaboraciones. Casi todos los que me seguís tenéis un blog, y estoy segura de que es un tema que a todos nos interesa.
Sé que soy muy afortunada de tener unos colaboradores tan molones como los que tengo, ya os he dicho en muchas ocasiones que tengo grandes marcas que me apoyan, y podéis verlas en la pestaña de colaboradores.
También tenemos malas experiencias con las colaboraciones. Os explico un poco el contexto, hace unas semanas os enseñaba una nueva tienda que se puso en contacto conmigo (ni si quiere se merece que la nombre) para ofrecerme probar sus productos. Yo estaba encantada, ya que ese tipo de tiendas siempre me había llamado la atención y nunca me había atrevido a probar. ¡Qué afortunada me sentía! Desde el momento que se pusieron en contacto conmigo, hasta el momento de la publicación fueron encantadores, muy atentos y contestaban los correos a la velocidad de la luz. Pero llegó la publicación de la entrada, donde os mostraba los artículos que había pedido, y desde entonces han desaparecido. ¿Casualidad? No lo creo, ya no contestan mis mensajes, y por supuesto, no ha llegado el paquete.
Estoy muy cabreada, porque yo he cumplido mi parte del ""trato"" y ellos, hablando claro, me han timado o por lo menos así me siento. No es fácil prepararse una entrada, y lo peor de todo, que has invertido tu tiempo en algo que no merecía la pena.
Lo peor de todo es que no es la primera vez que me pasa, ya hace varios meses, una tienda aceptó colaborar con mi blog y, según ellos, me enviaron un paquete. Un paquete que nunca llegó a mi casa, yo hablé con ellos, y me decían que no sabían que ocurría que ellos lo habían mandado. Yo me sentía fatal porque me sentía en deuda con ellos, hasta que dejaron de contestar mis correos durante un tiempo y fue entonces cuando descubrí que no habían enviado nada en ningún momento.
Como veis, las colaboraciones no todas son maravillosas donde nos regalan productos. Tiene mucho trabajo detrás y, sobre todo, una gran responsabilidad. Cada vez que recibo algo, me siento responsable de su aceptación. Si enseño un producto que a vosotros no os gusta o llama la atención yo me siento en deuda con la marca colaboradora porque siento que han perdido el tiempo conmigo. Por eso, cada vez, soy más cerrada con las colaboraciones. Todo lo que enseño en mi blog es porque de verdad me gusta a mi y merece la pena.
Aun así, quiero dejar claro, que todas las colaboraciones que han salido adelante han sido maravillosas, he creado unas relaciones con muchos que son muy importantes tanto para mi, como para el blog. Asi que muchas gracias a todos los que de verdad me han apoyado por ser generosos y los más importante, profesionales.
Sé que esta entrada no ha sido una entrada cualquiera, pero quería contarlo, para aquellos que han podido pasar por lo mismo nos entendamos, y para aquellos que no tiene blog, que sepan que no todo es de color de rosa.
Nos vemos pronto, ¡muchos besos!
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