Teóricamente, la ceja debe comenzar a la altura del lagrimal y debe ir hasta la altura del final de las pestañas, de forma arqueada. Según el tipo de rostro que tengamos.
CARA REDONDEADA: Lo mejor es depilarlas consiguiendo que tenga una forma ascendente, con aspecto oriental. De esta manera daremos la ilusión de que nuestro rostro es más alargado. Aunque nunca hay que pasarse.
CARA PEQUEÑA: Depilarlas bastante finitas y poco espesas, para conseguir que el ojo se vea más grande y resalte mucho más. Así nuestra cara parecerá también más grande y vistosa. Aunque, como en el caso anterior, tenemos que vigilar de no pasarnos de finas, ya que sino no quedan estéticas.
CARA CUADRADA: Depilarlas con una forma triangular, con el pico a la altura de tres cuartos del ojo.
CARA ALARGADA: Arquearlas lo mínimo posible. De esta manera la ceja se verá más recta y la sensación de la forma del rostro no será tan alargada, sino más bien redondita.
Hay que tener en cuenta las tendencias del momento del diseño