La Madrid Fashion Week o MBFWM ha llegado a su fin tras cuatro días de auténtico ajetreo en el pabellón 14 de IFEMA para poder conocer de primera mano cuáles serán las tendencias de la próxima temporada otoño/invierno 2014/2015. Sin duda, si algo podemos sacar en claro es que no volveremos a tener inviernos aburridos, puesto que el color ha llegado para quedarse en la mayoría de las colecciones, así como la importancia cada vez mayor de la individualidad y los cortes femeninos.
AA de Amaya Arzuaga
La encargada de abrir esta edición ha sido la colección AA de Amaya Arzuaga, en la que el juego de volúmenes y pliegues de origami, así como el desarrollo de la capa han sido los ejes primordiales. Sus tonalidades predilectas, el negro y el camel, unidos a estampados caleidoscópicos y materiales como la franela, el cashmere o el neopreno, entre otros, que visten a una mujer actual y femenina.
Roberto Verino
El Street Chic de Roberto Verino nos devolvió a las décadas de los 50 y 60 con un homenaje a los grandes iconos del cine, como Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes, así como al estilo clásico de Jackie Kennedy. Para ello, apuesta por los detalles artesanales y tejidos como lanas, sedas, pelo y napas. En cuanto a los complementos las botas altas fueron las grandes triunfadoras.
Etxebarría
Etxebarría elige como punto central la sastrería clásica para poner de manifiesto la individualización del portador de las prendas. Así, utiliza tejidos como lanas y fieltros, que combina con piel y pelo, apostando por tonos generalmente neutros, como negros, blancos y grises. Reseñable la presencia del famoso modelo albino Shaun Ross, entre otras caras conocidas.
Aristocrazy
Bajo una estética futurista tomada de la película Blade Runner, Aristocrazy volvió a sorprender con su puesta en escena. La colección, con cinco tendencias claras, apuesta por los complementos en tamaño maxi a base de cadenas, águilas y una selección de piedras preciosas. ¡Perfectas para convertirse en las protagonistas de nuestro look!
María Barros
El mundo onírico de María Barros aparecía mediante diseños muy femeninos que contrastaban los colores más vibrantes, como azul klein; con otros más sutiles, como el rosa pastel o melocotón. Asimismo, la mezcla de cortes predominantemente clásicos con arnés más actuales creaban un equilibrio perfecto para una mujer moderna.
Juana Martín
Juana Martín centró sus propuestas en torno a la simplicidad para dejar a en un segundo plano los volantes flamencos, destinados a las mangas o detalles puntuales. No obstante, la sofisticación estuvo presente mediante tules bordados y aplicaciones de pedrería sobre prendas llenas sensuales de transparencias nude.
Agatha Ruiz de la Prada
Colors Prints, el nombre de la colección de Agatha Ruiz de la Prada ya era toda una declaración de intenciones, que quedo plasmada sobre estampados de labios, topos, rayas, corazones, flores, nubes, etc., en los que le colore era el protagonista indiscutible. Asimismo, escogió una gran variedad de tejidos, como punto, felpa o neopreno; que combinó con prendas oversize, capas y faldas evasé que dan libertad de movimiento a sus portadoras.
Hannibal Laguna
Como un auténtico cuento de hagas, Hannibal Laguna mostraba su colección One Hundred, en la que los brocados de pedrería, oro y nácar se mezclaban con tejidos irisados en tonos verdes, lilas, rosa, dorados y azul nube. Los cortes, basados en faldas tulipán, detalles peplum y un cierto aire retro terminaban de recrear este fantástico mundo de ensueño.
María Escoté
Con una inspiración clara en el lejano Oeste, María Escoté quiso centrarse en las líneas básicas de la esencia de su firma: Estampados a todo color y ese aire cowboy tan característico. Los estampados de estrellas, llamas, flores y manchas de vaca se unen a prendas de cuero con maxi flecos.
Imágenes: Image.net e Ifema
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