¡Del contorneado al brillo estroboscópico!
Y es que el contouring bien hecho lleva mucho tiempo y trabajo… Así que, ¡simplifiquemos!
Diviértete iluminando y resaltando tus rasgos… como si hubieran sido bañados por el rocío de la mañana. ¡Ah! Eso sí, cuidadín con pasarse de “brillitos” y que parezca que acabas de salir del gimnasio sudando la gota gorda… Aquí te daremos unos consejillos para mantenerte en el camino correcto:
1. Prepara tu piel con una crema hidratante: el efecto estroboscópico se basa sobre todo en conseguir el brillo perfecto, así que tendrás que darle vidilla a la piel opaca y seca con una buena crema hidratante primero. Si tienes la piel naturalmente grasa, usa una cremita libre de aceites.
2. Utiliza un tono “resaltador/iluminador” que mejor se adapte a tu tono de piel: complementa tu tono de piel para un brillo sutil (no esmerilado).
3. Utiliza el lápiz iluminador sólo en lugares que capturan la luz: en los pómulos, a lo largo de `las sienes, el puente de la nariz, por debajo de su hueso de la frente, en las esquinas de los ojos, y por encima del corazón de cupido (la “V” del labio superior). Esto mejorará tus características naturales. No extiendas el producto por toda la cara, o tu resplandor se convertirá en un desastre grasiento. Si tienes la piel grasa, omite áreas como la frente o la barbilla.
4. Una vez que hayas aplicado el marcador, disfumínalo a toquecitos con los dedos, un cepillo en forma de abanico, o una esponja de maquillaje húmeda: para evitar manchas de productos y líneas de maquillaje obvias, asegúrate de mezclar los límites del resaltador para que se desvanezca en el resto de su piel.
Fuente: Cosmopolitan
La entrada Strobing, el nuevo contouring aparece primero en Las Truquideas de Nuria.