Lo primero que llama la atención del producto es que se trata de un bote bastante grande (420 ml) en el que cabe mucha crema y es que además cunde.
En cuanto a la crema en sí, tiene la textura de una arcilla verde, aunque se extiende mejor. Aplicaremos en círculos antes de irnos a dormir para la que piel lo absorba. Es muy importante lavarse bien las manos luego para que no queden restos de producto.
Tras la aplicación, la zona comienza a enrojecerse y podemos notar un ligero picor. Es algo normal, ya que lo que hace el reductor es subir la temperatura de la zona para mejorar el riego sanguíneo y hacer que la grasa se deshaga. Repito, es algo normal, y dura unos 20 minutos. Las personas con piel sensible deberían consultar con un farmacéutico.
En cuanto a sus funciones, presenta una triple acción reductora, ya que es:
Drenante: favorece la evacuación de los líquidos retenidos a nivel cutáneo.
Lipolítico: reduce la grasa acumulada.
Anti-acumulación: previene la formación de nuevos nódulos de grasa.
Y ahora, al lío, ¿funciona? En mi caso, la respuesta es sí. A partir del tercer día de uso, noté que la piel estaba más tersa y que los típicos hoyos de la celulitis se habían difuminado bastante. Un pantalón que me estaba justo, ahora me entra perfectamente.
El prospecto nos aconseja seguir usándolo durante un mes para seguir notando resultados. Porque sí que es verdad que he leído que el proceso se ralentiza un poco.
Yo estoy muy contenta. Es un bote de 420 ml. y tiene un precio que oscila entre los 30 y los 42 euros, dependiendo de dónde lo compréis. Os aconsejo mirar en varias farmacias online porque sí que hay diferencia en cuanto al importe.
¿Conocéis este producto? ¿Habéis usado algo de la gama Somatoline?