La slow fashion es la moda hecha de manera sostenible, que cuida todo el procedimiento de realización de las prendas para asegurar que se cumplen las premisas que garantizan el cuidado y selección de materiales y los procesos de producción cuidando el medio ambiente.
No se trata de una tendencia, sino de una manera de pensar y concebir la moda. Significa todo lo contrario que la "fast fashion", la moda de comprar, usar y tirar, que abaratando los costes conseguía producir una gran cantidad de género con recursos obtenidos sin tener en cuenta el impacto ambiental y social.
Para evitar que la moda cause un impacto ambiental negativo, debe seguir estos preceptos:
- Escoger materiales de producción local, en vez de importarlos a menor coste a continentes lejanos, como Asia, por ejemplo, evitando así los largos desplazamientos.
- Los materiales deben ser de buena calidad. Aunque el coste de producción sea más alto, se garantizará una mayor durabilidad de la prenda. En la industria de la moda vaquera se ve claramente la diferencia cuando un pantalón es de calidad, te puede durar muchísimos años impecable.
- Utilizar mano de obra local, y no contribuir a la explotación laboral de países en vías de desarrollo.
- Intentar no utilizar compuestos químicos cuyos componentes sean nocivos para el ser humano y la naturaleza, ya que en algunos países como India no existe legislación que proteja a los trabajadores y algunos enferman por estar expuestos a dichos compuestos. Por no hablar de los vertidos químicos sobrantes que van a parar a la naturaleza.
En España existe una Asociación de Moda Sostenible, ASME, que se creó con el firme propósito de aunar esfuerzos para conseguir una moda respetuosa con el planeta. Entre las empresas que la componen comparten sinergias y colaboran entre ellas buscando un objetivo común.
Bustins Jeans es una marca de moda vaquera que se origina en Platja dAro en 1968 conocida como "BustinStock", tuvo tanto éxito que exportó su producción a la costa española y posteriormente abrió una tienda en Los Ángeles.
Su punto diferenciador es la fabricación de las prendas de manera artesanal, y después de una etapa en la que ha habido un cambio generacional y se han cerrado algunas tiendas físicas, vuelve a sus inicios en su local original y apostando por una moda de calidad y trabajando con proveedores nacionales.
Nosotros como consumidores, podemos contribuir haciendo un pequeño esfuerzo para buscar tiendas que vendan moda sostenible, en vez de ir a los grandes almacenes que son siempre el recurso más fácil.
Además, las tiendas que cuidan el proceso y la calidad tienen una poderosa ventaja: tendrás prendas únicas que no se producen en serie, patrones diferentes, y mejores materiales. La moda sostenible es posible si todos contribuimos!