Qué raro me resulta empezar así y es que… como ya sabéis quienes soléis leerme habitualmente, acostumbro a publicar por las mañanas o por la tarde como mucho, pero hoy que después de mucho tiempo por fin he encontrado un huequito, no puede desaprovecharse porque últimamente voy bastante pillada de tempo y tengo esto un poco abandonado. Así que…si tenéis un ratito de relax después de cenar… ¡es el momento perfecto para echarle un ojo a la nueva entrada que os traigo!
A estas alturas ¿Quién no ha oído hablar de la Beauty Blender? Seguramente todas o casi todas habréis oído hablar de esa famosa esponjita maravillosa que permite aplicar una base perfectamente (además de otros usos) rápidamente y con un acabado perfecto. Probablemente también os ha pasado como a mí, que os morís de ganas de probarla pero cuando veis el precio que tiene os echáis un poquito para atrás….
Ahora bien, después de haber leído el título del post de hoy y a continuación esta disertación sobre la Beauty-blender puede ser que hayáis pensado dos cosas:
Que se me va la pinza
Que esta entrada no sea lo que parece en el primer párrafo.
Pues bueno, me atrevería a decir que ni uno ni otro.
Hoy voy a hablaros de la esponja Miracle Complexión de Real Techniques, una esponjita que llegó a mí en forma de regalo de cumpleaños sorpresa que me hizo una amiga y que ¡no podría haberme gustado más!, ya que aunque no la conocía antes de ese día, ya a simple vista te das cuenta que tiene que ser muy similar a la B.Blender, además de venir abalada por una marca de calidad. Cómo no podía esperar a estrenarla, al día siguiente me puse a ello.
Como veis en la foto, es una esponja con forma afilada en un extremo, lo cuál es ideal para aplicar el corrector en la zona de la ojera y la base de maquillaje en las zonas más complicadas o que necesitan mayor precisión. Mientras que el otro lado es completamente plano y ayuda a aplicarla en superficies más amplias en poco tiempo. Por otra parte, su contorno redondeado nos facilitará el difuminado del producto.
Para lograr un buen resultado lo ideal es humedecerla, como cualquier otra esponja de maquillaje. Al mojarla, vemos que aumenta mucho de tamaño, cuando la hayamos empapado bien, la apretamos con la mano y le quitamos bien el exceso de agua. Esto ayudará a que su textura sea mucho más suave y se vuelva más porosa lo que hará que el resultado a la hora de aplicar el maquillaje sea mucho más natural. Iremos aplicando pequeñas cantidades de producto a toques para fundirlo perfectamente con la piel. Si queremos obtener una mayor cobertura, podemos aplicar nuevamente otra capa sin tener que esperar a que se seque la anterior.
Yo personalmente no soy muy fan de las esponjitas de maquillaje, pero desde que he descubierto la Miracle complexión se ha convertido en una de mis herramientas favoritas. Sin duda una opción que utilizaré prácticamente a diario y un indispensable para llevarme de viaje, ya que permite una aplicación rápida, se limpia fácilmente, y ocupa poco espacio, además de dejar un acabado perfecto y una apariencia muy natural.
Como nunca he tenido ni probado la Beauty blender, no puedo hacer una comparativa entre ambas pero lo que sí puedo deciros es que tras probar esta, ya no necesito la otra, ya que cumple todas las expectativas que yo tenía puestas en la otra.
Y hasta aquí mi entrada de hoy, quizás más larga que de costumbre, espero que no os haya aburrido mucho y que ¡os queden muchas ganas de seguir leyéndome!
¿Las habéis probado, o tenéis alguna de las dos? Espero vuestros comentarios y opiniones.
Hasta la próxima