Primero os voy a poner en antecedentes de este hombre que desde una plantación de plataneras terminó como diseñador de zapatos. Su biografía es de lo más interesante.
Manolo Blahnik es hijo de padre checo y de madre canaria. Nació en la isla de La Palma y creció entre las plantaciones de plataneras propiedad de sus padres. Empezó Derecho internacional en Ginebra, pero pronto se orientó hacia los estudios de Arquitectura y Literatura en esa misma ciudad; los abandonó un año para mudarse a París con la intención de estudiar arte. En 1970 se instaló en Londres, donde consiguió trabajo como fotógrafo en el Sunday Times. Rápidamente se introdujo en el mundo de la moda, haciendo amistad con personajes como Eric Boman o Paloma Picasso. Ésta le presentaría en 1971 a Diana Vreeland, editora de Vogue USA, quien le encauzaría hacia su futuro como diseñador de zapatos.
En 1973 abrió su primera tienda de calzado, Zapata, en Old Church Street Chelsea, Londres. En 2012 había realizado ya más de 25.000 pares distintos de zapatos, pero, perfeccionista compulsivo, todavía sigue buscando un modelo perfecto; sus creaciones tardan meses en realizarse y originan kilométricas listas de espera porque sólo se confeccionan 80 pares al día. Él es el único que dibuja sus bocetos, los esculpe a mano en madera de arce y los pinta y recorta personalmente. Una vez hecho el prototipo, los envía a Italia -cuna de los zapateros más expertos del mundo- para que superen más de 50 procesos de producción. Y además se los prueba él mismo, costumbre que mantuvo hasta que se rompió los ligamentos y los médicos se lo prohibieron. No sigue las tendencias: crea piezas que sobrepasan el concepto de moda para convertirse en obras de arte; su innovación se debe a la mezcla de estilos y referencias artísticas del pasado. Colores preciosos, texturas, tejidos y formas que hacen experimentar la misma sensación que si admiraras un cuadro, y cierta teatralidad en cada detalle, incluidos los nombres con los que bautiza sus creaciones, son su sello característico.
Hoy en día reside en Bath y sus zapatos, conocidos como "manolos", son vendidos a precios de entre 500 y 4.000 dólares, en las pocas boutiques oficiales del diseñador o en lujosas tiendas departamentales.
Eso no quita que como para todo puedes encontrar imitaciones bastante buenas de sus famosos zapatos. La diferencia la encontramos por ejemplo en las cajas. Las de Manolo Blahnik siempre suelen ser blancas y con su nombre en la parte superior. Pero de todas maneras también existen Oulet de sus zapatos aunque no hay muchas y los precios aún así son bastante elevados, pero a quién le importa que no sea de la temporada, Manolo Blahnik como el mismo dice no sigue tendencias el hace sus creaciones a su gusto así que sus zapatos nunca pasan de moda.
Haceros a la idea que unos manolos nos pueden costar entre los 1.100 euros a los 6.000 euros, dependiendo del modelo.
La calidad de estos zapatos no se puede cuestionar. Tanto las suelas como el forro son de cuero y no lleva nada en material sintético. Si ves unos zapatos con su nombre y te das cuenta que lleva algo sintético, cuidadín porque seguro que no son auténticos. Además en la punta del talón siempre tienen los auténticos como un tapete negro un poco más grande que el talón.
La altura de sus zapatos clásicos siempre es 7"5, 9 o 10 cm, es otro de sus detalles personales.
Es sorprendente como este hombre se ha convertido en un referente en lo que a zapatos se trata y tiene auténticas fans entre las famosas del mundo entero.
Si eres afortunada y puedes darte el capricho de unos de sus zapatos solo podemos adquirirlos en sus tiendas oficiales o en su tienda online, la pena que solo sirve a USA y Japón.
Todas conocemos famosas enamoradas de sus zapatos, Paloma Picasso admitió que se sentia desnuda sino llevaba unos "manolos" en los pies, Victoria Beckam confesó que si su casa ardiese lo primero que rescataría serían sus "manolos". Madonna en cambio los considera "mejor que el sexo y duran más" y por supuesto la que ha hecho que sus modelos den la vuelta al mundo, la protagonista de Sexo en Nueva York Sarah Jessica Parker. ¿Pero que tienen estos zapatos que vuelve locas a todas?
Y vosotras ¿qué pensáis de los "manolos"? ¿Os gustaría tener algún día unos?
Un besito y os veo en mi siguiente post.
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