Las que me seguís hace tiempo, sabréis que, desde hace ya unos cuantos años, durante unos meses, también imparto formación a profesionales en activo del Sector Transporte en cursos llevados a cabo por diferentes Asociaciones de Transportistas para la obtención de un título administrativo; en concreto: el Certificado de Competencia Profesional para el Transporte de Mercancías por Carretera (título que, evidentemente, yo también poseo... Jijiji).
Sé que cuando os lo comenté por vez primera, os sorprendió a muchas, porque no suelo prodigarme en mi faceta como docente y la mayoría me vinculáis estrechamente a los medios de comunicación. De hecho, varias me habéis conocido participando en eventos de diversa índole (principalmente de moda). Pero, lo cierto es que, antes de especializarme más a fondo en el campo del Protocolo, la Producción, Organización, Diseño de Eventos y Medios de Comunicación, me licencié en Economía, completando mi formación con un Máster en Transporte y Gestión Logística de 2 años; de ahí que en su día también impartiera un módulo en un Curso Integral de Logística para desempleados.
Si os soy sincera, disfruto enormemente, no solo preparando, sino también dando mis clases de contabilidad/fiscalidad aplicada al transporte porque, de algún modo, siento que sigo vinculada a un ámbito profesional que, si bien no me llenaba del todo por sí solo, como complemento a mi trabajo diario (que poco tiene que ver con esta área) me agrada bastante. Además, puedo compaginarlo con otras ofertas laborales y demás proyectos relacionados con la blogosfera que me van surgiendo, así que no me puedo quejar... Jijiji.
El caso es que este mismo sábado hemos arrancado de nuevo en una de las escuelas empresariales (y con esta ya es la decimotercera vez, pero lo hago con la misma ilusión que el primer día... Jijiji), retomando las clases presenciales que abandonamos en Marzo cuando se produjo el parón y nos confinaron a todos por el Coronavirus. Y, ni qué decir tiene que, por supuestísimo, lo hemos hecho siguiendo el protocolo de actuación y seguridad establecido por el centro.
Pues bien, después de una intensa jornada laboral, con el cansancio físico y mental que ello conlleva, nada mejor que un buen trago de Fuensanta Plus para "recargar pilas"; la bebida made in Asturias y 100% saludable, que me refresca y me cuida a la vez.
Razones de por qué elijo la última apuesta de Fuensanta: porque en un mismo refresco encuentro Agua Mineral Natural FUENSANTA Zumo de frutas Vitaminas Gas. Y además, sin gluten y con 0 kcal. Y ¡todo en una única botella! Genial, ¿no?
Y vosotras, ¿qué sabor preferís para manteneros hidratad@s? ¿Fuensanta Plus Naranja o Limón, como en este caso?
Yo, hoy, a media mañana, he decidido hacer un break entre clase y clase y abrir un Refresco Fuensanta para sentir, saborear y, en definitiva, disfrutar de las burbujas de Fuensanta Plus Limón, como estáis viendo en las imágenes. No sé si habrá mejorado mi rendimiento físico, pero, desde luego, sí el intelectual... Jijiji. Os aseguro que he afrontado muuuucho mejor el resto de la jornada.
Dicho lo cual, os recomiendo que, cuando hagáis alguna paradita en el curro a lo largo del día, aprovechéis (como yo) ese breve descanso para que las fuerzas no decaigan. Rendiréis mejor, ¡os lo garantizo!
¡Ah! Este "particular" refresco está disponible en supermercados como Alcampo, El Corte Inglés, Carrefour, Masymas, etc., bares y en su tienda online.
*Más info en www.fuensantaplus.es
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