A lo largo de todo este verano tan raro (sin duda, el más atípico de mi vida) en el que el entorno rural y los campings han triunfado (sin ir más lejos, yo he optado por el turismo de interior y por los pueblos con pocos habitantes, redescubriendo mi "Asturias, patria querida" a través de la gastronomía y la cultura), Fuensanta Plus ha estado siempre ahí para ayudarme a combatir las elevadas temperaturas estivales y prevenir la deshidratación porque, como siempre os digo: Fuensanta Me Cuida y, este 2020 además, también Asturias Me Cuida.
Sin ir más lejos, este nuevo Refresco Fuensanta elaborado con Agua Mineral Natural me ha acompañado en todos mis planes de fin de semana que incluían disfrutar de la naturaleza en espacios abiertos: desde las idílicas rutas litorales que discurren a través del bosque por la senda verde del río (véase aquí), hasta las actividades en el mar, como salir a navegar (véase aquí), sin olvidarme de mis prácticas deportivas al aire libre (véase aquí). En todas esas salidas, siempre llevaba una botellita de Fuensanta Plus Naranja o Fuensanta Plus Limón conmigo. Incluso, en la "vuelta al cole", entre clase y clase, para recargar pilas, también incluía algún formato de Fuensanta en mi maletín (véase aquí).
Por eso, hoy quiero despedir el verano gijonés a lo grande, desde uno de mis rincones preferidos: el "Cantu los díes fuxíos" (Canto de los días huidos) desde donde las puestas de sol, como veis, son alucinantes, dando las gracias, una vez más, a Fuensanta por haber cuidado de mí y de los míos estos tres meses.
*Más info en: www.fuensantaplus.es