La emoción que produce regalar pulseras personalizadas es algo que conocen tanto el que decide hacer el regalo, como el que lo recibe.
Hoy, en Hechizo de Plata quiero hablarte de una de esas historias que pone los pelos de punta por lo enternecedora que resulta. Y es que hablar de abuelas y nietos, y el amor que las unas sienten por los otros seguro que ya te da una idea de cómo han sido las cosas en nuestro particular episodio de hoy. ¿Te lo vas a perder?
La abuela orgullosa con pulseras personalizadas
En este caso nuestro cliente fue una hija que decidió sorprender a su madre con un regalo de esos que jamás se olvidan. La abuela acababa de ver por vez primera a su nieto y la emoción de este acontecimiento, jamás lo va a olvidar. Pero lo que tenía todavía más claro, es que ella quería ser parte de esa pequeña vida. Verle crecer. Enseñarle cosas. Y por qué no, consentirlo como sólo los abuelos saben.
La recién estrenada madre quiere recompensar a la abuela y a toda la ilusión que le hacía serlo por primera vez, apostando por una de las pulseras personalizadas de Hechizo de Plata con el nombre del pequeño.
Un nieto que está siempre cerca, con las pulseras personalizadas
Esta pulsera personalizada con el nombre del pequeño es un regalo maravilloso que hace que la abuela sienta que siempre va a llevarlo consigo. Incluso en esos días en los que no podrán estar juntos, él va con ella gracias a esa sorpresa personalizada.
Al mismo tiempo, aquel modelo de las pulseras personalizadas con una medalla grabada con el nombre del nieto, es todo un orgullo para la abuela. Lo luce cada vez que puede y presume de ella con las amigas y con el resto de los familiares. Está claro que esta joya ha sido una gran alegría para ella porque en ella se expresan emociones que solo conocen aquellos que las viven.
Esta historia que te he contado hoy es solo una de las muchas que recogemos cada día en la tienda de Hechizo de Plata. Cada una de las joyas grabadas con mensajes personalizados son capaces de transmitir esas emociones, a flor de piel, que no siempre se consiguen hacer surgir sólo con palabras. Y eso hace que la marca se sienta cada día más orgullosa.
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