Cada año se vierten al mar aproximadamente 10.000 toneladas de productos para la protección solar desde los océanos de todo el mundo. Lo cual hace que la vida marina esté en constante peligro, por ello en esta etapa de concientización que vivimos, las cremas solares naturales representan la mejor opción para cuidar la piel de los efectos UV y al mismo tiempo, proteger la flora y fauna del mar.
Además de esto, para no interferir de forma nociva en la vida de los corales, es necesario conocer cuáles son los efectos de los protectores tradicionales y cómo evitar seguir consumiéndolos en el futuro.
¿Por qué elegir protectores solares naturales biodegradables?
Las razones para elegir un protector solar físico frente a uno químico son muchas, primero porque su uso resulta agradable para el medio ambiente y también para el mismo ser humano. Esto se debe a que los protectores biodegradables protegen mediante filtros físicos, por tanto son capaces de cubrir la piel con una fina partícula blanca.La forma en que esta partícula trabaja es desviando los rayos solares cuando estos chocan con la piel ya protegida. Además, las cremas solares naturales están compuestas por ingredientes activos como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, minerales que se degradan sin afectar los arrecifes de coral.
Por otro lado, se puede describir que los protectores solares químicos tienen un efecto esponja, es decir absorbe los rayos del sol y los neutraliza con su composición. Generalmente, contienen al menos uno de los ingredientes activos como salicilato de octilo, avobenzona, octocrileno, homosalato, octinoxato y oxibenzona.
Un protector solar con una pequeña porción de estos dos últimos compuestos puede resultar perjudicial para la vida de los corales, llegando a descomponerlos, ya que provocan la pérdida de nutrientes, decoloración y muerte.
¿Cómo elegir una crema solar natural biodegradable?
Actualmente existen distintas etiquetas como reef safe sunscreen o biodegradables que clasifican a los protectores que resultan inocuos para los arrecifes. No obstante, todavía no hay regulaciones serias sobre los términos con los que se fabrican estos productos, por ello los fabricantes no están obligados al sometimiento de pruebas que demuestren que son amigables para la vida marina.En este caso, si queremos ser cada vez más conscientes sobre lo que consumimos, una buena forma de comprobar que realmente se trata de un protector solar natural y biodegradable es fijándose en los siguientes elementos:
La ausencia de oxibenzona y octinoxato en los ingredientes enumerados, esto significa que el producto realmente es seguro para los arrecifes.
Si contiene óxido de zinc y dióxido de titanio. Estos son minerales que ofrecen alta protección UV mientras no causan daño al medio ambiente.
En la etiqueta debe decir no nano, esto quiere decir que las partículas con las que está formado en protector tienen un tamaño superior a los 100 nanómetros y de esta manera los corales no lo pueden ingerir.
Evitar también aquellos con parabens, phthalates, triclosan, microbeads.