Dejar de fumar
Quizá sea el propósito más recurrente... y tiene mucho sentido. El tabaco es una droga que, ojo al dato, mata a la mitad de sus consumidores, según la Organizazión Mundial de la Salud. En total, más de 8 millones de personas mueren al año en todo el mundo. Creemos que estas cifras hablan por sí mismas. ¿Acaso no merece la pena intentarlo? Te animamos a que descubras la maravillosa experiencia que supone vivir sin humo. ¡A por ello! ¡Pon fecha a tu último cigarrillo!
Hacer deporte
No es necesario apuntarse de la noche a la mañana a maratones, triatlones, ni a competiciones de iron-man. Lo importante es conocer todos los beneficios que aporta la práctica moderada de ejercicio a nivel físico y emocional, y empezar poco a poco a practicarlo. Hay deportes para todos los gustos y todas las edades, elige el que más te guste y practícalo durante 30 minutos, cinco veces a la semana. Pronto te sentirás mejor, más relajado, más feliz, tendrás mejor forma y perderás peso. Tu cuerpo y tu mente te lo van a agradecer.
Meditar
Tan importante como hacer deporte es ejercitar la mente. Apúntate en enero a una clase de meditación para probar. Y es que es una herramienta muy eficaz para poner tu vida en estado de calma, reducir el estrés y ser feliz contigo mismo. Nuestros pensamientos son como un caballo desbocado que corren frenética y desordenadamente. Por eso, dedicar tan solo unos minutos al día a respirar y entrar en contacto con nosotros mismos es algo muy, muy beneficioso.
Dormir mejor
La mayoría de las personas no somos conscientes de lo importante que es dormir bien. De hecho, no hacerlo afecta a nuestro estado de ánimo y al equilibrio emocional, aparte de que es una fuente de dolencias y patologías varias. Nosotros te aconsejamos que para este año te plantees una rutina para dormir correctamente. Intenta hacerlo durante las horas recomendadas, sin luz alguna, con un buen colchón y en la postura correcta (fetal o boca arriba).
¿Cuánto hay que dormir?
-Recién nacidos (entre 0 y 3 meses) Recomendado: de 14 a 17 horas./ Aceptable: de 11 a 19 horas.
-Bebés (de 4 a 11 meses) Recomendado: de 12 a 15 horas./ Aceptable: de 10 a 18 horas.
-Niños pequeños (de 1 a 2 años) Recomendado. de 11 a 14 horas./ Aceptable: de 9 a 16 horas.
-Niños preescolar (de 3 a 5 años) Recomendado: de 10 a 13 horas./ Aceptable: de 8 a 14 horas.
-Niños edad escolar (de 6 a 13 años) Recomendado: de 9 a 11 horas./ Aceptable: de 7 a 12 horas.
-Adolescentes (de 14 a 17 años) Recomendado: de 8 a 10 horas./ Aceptable: de 7 a 11 horas.
-Jóvenes (de 18 a 25 años) Recomendado: de 7 a 9 horas./ Aceptable: de 6 a 11 horas.
-Adultos (de 26 a 64 años) Recomendado de 7 a 9 horas./ Aceptable: de 6 a 10 horas.
-Ancianos (más de 65 años) Recomendado: de 7 a 8 horas./ Aceptable: de 5 a 9 horas.
Comer bien
No te proponemos que a partir del siete de enero te pongas a dieta estricta, si no que te plantees si tu alimentación está siendo saludable. ¿Eres consciente de lo que comes? ¿De dónde vienen los productos que consumes? ¿Abusas de los alimentos procesados? ¿Y de los azúcares? Eres lo que comes, y debes dar respuesta a estas preguntas para decidir si ha llegado el momento de practicar el mindful eating, o la alimentación consciente.
Realmente, no tienes que recurrir a fórmulas mágicas para comer bien, tan solo debes tener presente la Pirámide de la alimentación saludable de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria.
En el mismo sentido, igualmente importante es hidratarse adecuadamente, tal como propone la misma fuente anterior.
Resumiendo, no se trata de hacer dieta sino de comer sano.
- Limita el consumo de comida basura, dulces, alimentos procesados, alcohol, refrescos azucarados, harinas blancas, etc.
- Aumenta la ingesta de cereales integrales, semillas, legumbres, frutas y verduras.
- Consume pescados y productos cárnicos de calidad, y mejor si son magros.
- Los lácteos sí, pero desnatados.
- Cocina los alimentos con técnicas saludables: hervidos, asados, a la plancha, al vapor...
Si tienes dudas, ponte en manos de un nutricionista que te ayude en este camino que no siempre es fácil aunque sí agradecido.
Sé útil a los demás
No te imaginas lo saludable que puede llegar a ser esto. Está comprobado que cuando sentimos que somos útiles a los demás, segregamos serotonina, 'la hormona de la felicidad'. Así, si ejercemos labores de voluntariado, estaremos poniendo un granito de arena para conseguir un mundo mejor y, además, nos aportará un gran bienestar personal.
Entrar en contacto con la naturaleza
Hay quien abraza a los árboles para sentir su energía. Está bien, aunque tampoco es necesario que te pongas esta meta para 2020. Pero, eso sí, coge tu calendario y márcate unas fechas obligadas para salir de excursión a un pequeño pueblo, a un bosque, una montaña o a la playa. Es muy saludable respirar aire puro, alejarnos del ruido, del estrés, de la contaminación... En definitiva, ¡contacta con la naturaleza!
¿Qué propósitos te has planteado para el año que comienza? ¿Está alguno de los que te hemos propuesto nosotros?
¡Te esperamos en nuestro próximo post de Vivienda Saludable!