Así que, si quieres tener unos pies perfectos, no esperes más y pon en práctica este remedio natural; una receta que se elabora con un puñadito de sal, unas cuantas hojas de hierbabuena, un poco de limón y unas gotitas de aceite de oliva o de almendras dulces.
¿Lo tienes todo? Entonces prepárate para lucir unos pies perfectos y tener una piel tan suave como la seda aprovechando los beneficios de los ingredientes que la naturaleza pone a tu disposición.
Ingredientes
2 cucharadas de sal
2 cucharadas de hojas de hierbabuena
5 o 6 gotas de aceite de oliva o de almendras dulces
Un litro de agua
Una piedra pómez (opcional)
Pasos a seguir
Hazte con un barreño e introduce en su interior un litro de agua, la sal y las hojas de hierbabuena.
Introduce los pies en el agua y deja que permanezcan sumergidos en su interior durante unos 10 minutos.
Si tienes durezas, frótalas con la piedra pómez para eliminarlas por completo.
Finalmente saca los pies del agua y sécalos muy bien, ya que la humedad puede provocar la aparición de hongos en las uñas.
Aplica el aceite de oliva o de almendras con un suave masaje hasta que la piel lo haya absorbido por completo para hidratarla al máximo y darle un aporte extra de suavidad.
La sal te ayudará a exfoliar los pies y a eliminar las células muertas, mientras que la hierbabuena te dará la oportunidad de llenarlos de frescor y a deshacerte de los malos olores.
Si quieres tener unos pies perfectos no te olvides de poner en práctica este truco de belleza casero una vez a la semana.
Las ventajas de este remedio natural para cuidar los pies son estas:
Es natural.
No contiene sustancias químicas.
Es económico.
¿Te gustaría probar más tips de belleza caseros para el cuidado de los pies? Puedes encontrarlos en el post titulado Yogur y vinagre para pies con durezas.
¿Qué opinas sobre este remedio casero para tener unos pies perfectos elaborado con hierbabuena, sal y aceite?
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