Además, según he leído en el blog de Elena Carrera: "Las perlas están rodeadas de leyendas. En la mitología griega antigua eran lágrimas de los dioses que caían al mar. Para la cultura china, cuando los dragones fueron a luchar entre las nubes durante una tormenta, cayeron perlas del cielo como las gotas de lluvia. En la India, es el regalo de boda de Krishna a su hija. Para los egipcios, forman parte de la poción amorosa que le dio Cleopatra a Marco Antonio. Para los romanos, la diosa del amor y la belleza, Venus, nació de dentro de una ostra, como si fuera una perla, y el agua que goteaba formaba perlas, frutos de todos sus poderes". Para mi, pensar en perlas es visualizar a Coco Chanel, que eran su complemento fetiche que daba el toque femenino a sus looks sobrios. En palabras de Christian Dior: "con un jersey negro y un collar con diez vueltas de perlas, Coco Chanel revolucionó la moda", y a día de hoy siguen siendo un complemento elegante y distinguido.
La calidad de las perlas viene determinada por el tamaño, el tono, el cultivo y la ausencia de imperfecciones. Además, su procedencia se concentra en Japón, Australia y Tahití.
Además, hay muchas tiendas online de perlas como Mesenso en las que encontramos información interesante acerca del cuidado especial que requiere la perla, con consejeros que explican la diferencia entre una perla de agua dulce y una perla de agua salada.
Vosotras, ¿sois chicas de perlas?