El primer día decidimos pasear por sus calles para hacer una primera vuelta de reconocimiento y así organizar nuestra estancia. He de decir, que es una ciudad muy organizada por lo que resulta muy fácil moverse y visitar todos los sitios por muy turísticos que sean, son ágiles organizando y no sueles encontrar colas.
Aún con un recibimiento lluvioso sus calles no dejaban de estar llenas de vida. Es de imaginar que la lluvia, no puede ser un impedimento para continuar con la vida cotidiana, por lo que es muy común encontrarse a gente haciendo deporte, corriendo o montando en bici por sus calles, eso sí, calados!!
Y por su puesto la zona comercial, donde podemos encontrar las mejores tiendas …abarrotada de gente!! La capital de las compras en Noruega ofrece desde un diseño muy Internacional hasta modernos diseños noruegos y artesanía local. En el mismo centro de la ciudad, todo zona peatonal encontramos grandes centros comerciales y grandes almacenes, además de las grandes cadenas comerciales y una calle donde se albergan las tiendas más de diseño, como Vuiton.
Aprovechamos nuestro paseo por la ciudad para sentarnos en una de sus terrazas y observar a sus gentes y como no!!, un poquito el street style no viene mal!!
El segundo día, decidimos dedicarlo a la vida cultural, y empezar nuestro recorrido visitando el palacio de la Opera, una edificación de mármol y vidrio con una arquitectura muy innovadora, que no puedes dejar de ver!!
Continuamos impregnándonos de la historia, nada mejor para entender bien a un país. Así que empezamos visitando el Museo de los barcos vikingos, donde se conservan los 2 barcos vikingos más antiguos del mundo, además de trineos y herramientas de la época.
Continuamos visitando el Museo Folk, un museo viviente, un recorrido por la historia de este país, su forma de vida, trajes comunes… y terminar por el Museo de Fram, donde se expone el barco y la historia de la primera expedición que se hizo al polo Norte.
Y para finalizar nuestra estancia en Oslo, decidimos plantarnos una ruta en la que cubriríamos todos los puntos que más nos interesaba. Empezamos visitando las esculturas del parque Vigerland situado en uno de los barrios más ricos de Oslo para terminar en el barrio de Grunerlokka, el barrio de moda, comparemos con Chueca en Madrid.
Un barrio, que nos encanto, lleno de pequeñas tiendas independientes de ropa, muebles, cerámicas y artesanías.
Es el lugar perfecto para buscar lo último de los nuevos diseñadores noruegos y para acabar la tarde tomando una cervecita en una de sus interminables y apetecibles terrazas y seguir observando a sus gentes y un poquito más de street style de esta ciudad.
Una anécdota curiosa, que nos llamó la atención la cantidad de niños pequeños que se ven y sobre todo acompañados con sus papas!!, observamos que es muy habitual en los parques encontrar a los papas con sus niños pequeños, debe ser que allí trabajan más la mujeres!! je,je, nos resulto bastante curioso.
Como veis Oslo es una ciudad increíble!! 100% recomendable.
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