Como son unas chicas muy listas, seguro que se habrán percatado por dónde va mi opinión sobre esta maquinita. Exacto, no ha sido de mi agrado. Ya llevaba un tiempo en el mercado, cuando llegó a mi tocador en forma de regalo de los Reyes pasados, y como una loca, comencé a usarlo diariamente, casi siempre por la noche, ya que es cuando más tranquila estoy y más tiempo me puedo dedicar.
Se trata de un cepillo eléctrico para la limpieza facial, que no para desmaquillarse, con la punta de silicona llena de filamentos que son los que ejercen la limpieza, unos más finos que otros. Por la parte posterior, también de silicona, nos encontramos con unos relieves que son los que nos dan un masajito muy gustoso después de limpiar el cutis, supuestamente con finalidad antiedad.
Las instrucciones son muy claras, es muy fácil de usar, y además los tiempos de limpieza y masaje van siendo marcados por el propio aparato, por lo que no tiene pérdida. Al principio te lías un poco porque no sabes el orden que debes llevar para no dejarte nada atrás, pero tras unas pocas aplicaciones vas casi institivamente con la maquinita por todo el rostro.Otro punto a favor es que puedes realizar la limpieza con cualquier producto que no contenga gránulos y que tengas en tu tocador.
Con las primeras aplicaciones me sentía la piel muy agradecida con los nuevos cuidados, y la sensación de relax tras el segundo tratamiento, el antiedad, es genial. Sin embargo, alrededor de los tres días de aplicación mi piel empezó a revelarse. Me salieron unos granitos, que yo achaqué al uso de Foreo Luna, ya que no coincidía con ninguna revolución hormonal, ni con malos hábitos alimenticios, ni con momentos de estress fuera de lo normal.
También he de decir que la sensación de limpieza profunda que me produce no es máxima, por ejemplo, en mi caso siento mayor y mejor limpieza con mi guante exfoliante. En cuanto a la función antiedad, yo no la llamaría así, aunque en última instancia pueda ocurrir que influya en el anti-envejecimiento, me explico: deja la piel tan relajada, con una sensación tan rica, que las líneas de expresión se relajan, el cutis queda preparadísimo para recibir los siguientes cuidados faciales como agua de mayo, y por eso creo que de forma implícita ayuda a luchar con el envejecimiento de la piel. De hecho, muchas veces deshecho la primera función, la limpiadora, y paso directamente a la segunda aplicación, pero en vez de gel limpiador, uso mi hidratante habitual.
¿Conclusión final? Sabiendo lo que sé ahora, no me gastaría casi 200 en este aparato para limpiar mi cutis. Pero ahora que me lo han regalado, la seguiré usando en su función anti-envejecimiento.
¿Lo has probado alguna vez?
¿Tienes algún aparato con esta función?
Besos,