Pero si nos centramos solamente en las chaquetas de caballero, no nos va a hacer falta recurrir a la bioingeniería, es suficiente con echar un vistazo al armario de Ryan Gosling.
Lo ha vuelto a hacer. La chaqueta que luce Ryan Gosling en Blade Runner 2049 se ha convertido en todo un fenómeno.
Y decimos que lo ha vuelto a hacer porque no es la primera vez que una prenda que luce el actor canadiense en una de sus películas se convierte en un objeto de culto. Ya en Drive, la chaqueta de satén dorado con el dibujo de un escorpión en la espalda fue una de las prendas más buscadas en internet en la temporada 2011/2012 y llegó a haber lista de espera no solo para adquirir el diseño original, sino también imitaciones.
La chupa la diseñó Erin Benach y la confeccionó Richard Lim, de la casa High Society, pero con la ayuda del propio Gosling, quien en esa época llevaba una chaqueta de los años 50 que había comprado en Corea. Les gustó e hicieron una parecida con algodón en lugar de nylon en cuello y puños, y el dibujo del escorpión que, entre otras cosas, representa el signo del zodíaco de Gosling. La chaqueta del escorpión ha dejado una imagen que muchos fans replican, bien como parte de su propio estilo o directamente como una imitación.
En Blade Runner 2049, el chaquetón que lleva Ryan Gosling está en consonancia con el que lucía Harrison Ford en el film original. El agente especial K, que es como se llama el personaje de Gosling, apenas se separa de esta prenda de abrigo con falsa piel y relleno de algodón, mientras que el señor Ford anda en mangas de camisa (camiseta).
La prenda diseñada por Renée April ha causado furor en todas las publicaciones de moda masculina, no somos los únicos, y especialmente en las asociaciones animalistas, puesto que la chaqueta es 100% vegana. Un nuevo éxito para Ryan Gosling. ¿Cómo lo hace?
En un artículo de Juan Sanguino para El País, afirmaba haber conocido al actor e insistía en lo poco agraciado que según él resulta en persona. El éxito de Gosling está en creerse los personajes que interpreta en una carrera en la que ha pasado de ser el perdedor a convertirse en el rey del mambo. Y en esta transformación “ha demostrado que, a la hora de reinventarse, todo hombre debe prestar especial atención a su ropa de abrigo”.
Creerse los personajes que interpreta o poner siempre en cada papel algo de su propia personalidad, la del tipo corriente pero lleno de magnetismo con el que te irías a tomar unas cervezas aun sin conocerlo de nada. Gosling recupera esa clase de actor que parece que siempre interpreta el mismo papel, por muy distintos que sean, porque en todos parece interpretarse a sí mismo; lo cual le sitúa en la estela de grandes clásicos de Hollywood como Cary Grant o Humphrey Bogart.
A Gosling le vemos habitualmente con el cuello levantado, jugando con las solapas de todo tipo de chaqueta, incluso la vaquera, como si siempre estuviera dispuesto a arremangarse para ponerse manos a la obra.
Siempre entre arreglado e informal hasta cuando va de smoking, sin pasar nunca desapercibido y luciendo con gran comodidad prendas “de vestir”.
En La La Land demostró que le sienta el traje como a nadie, y en sus apariciones públicas hemos podido comprobar que su colección de americanas debe ser más que considerable. Ryan Gosling no es de los que se pone lo primero que pilla, pero es capaz de lucir cualquier prenda como si la llevase toda la vida. La lección más importante del estilismo de Ryan Gosling es que si estás seguro de lo que te pones, no te puede quedar mal.
Al final lo de ser perfecto no es una cuestión de replicantes sino de personalidad, algo que hace humano hasta al mismísimo Ryan Gosling.