Los juegos de colores, sobre todo mediante blanco, negro, naranja, azul y rosa, así como las prendas bicolores quedan plasmados en vestidos vaporosos, combinaciones de pantalón y camisa y chaquetas de pelo para la noches más frías de primavera. Los cortes rectos de aire setentero incluyen también vestidos estilo túnica y largos midi.
Por supuesto, Juanjo Oliva no se olvida de la sensualidad, esta vez plasmada mediante aberturas estratégicas en faldas y escotes pronunciados, así como tejidos irisados que contrastan con mates o troquelados para plasmar una mujer polifacética y elegante.
Imágenes: Estrop/IFEMA en Imagen.net
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