La cara y sus cuidados (PARTE VI). Piel sensible




PIEL SENSIBLE.

Todos los tipos de piel clara tienden a ser sensibles y sufrir enrojecimientos, prurito o  quemaduras. El diagnóstico es que la capa natural de hidrolípidos que protege la piel está desequilibrada y al mismo tiempo, la capa córnea cutánea es demasiado delgada. La consecuencia es una pérdida de humedad, por lo que el umbral de sensibilidad ante los estímulos queda muy bajo. Ningún otro tipo de piel es tan sensible frente a las partículas de suciedad, las oscilaciones de temperatura u otras influencias medioambientales. Pero a la piel sensible no solo la afectan las influencias externas, sino que incluso los productos de cuidado y la limpieza de la piel pueden provocar enrojecimiento y picor. Existen muchas causas para tener este tipo de piel, desde la predisposición genética hasta que las sustancias aplicadas en ella no sean las más adecuadas. También sensibilizan la piel factores como el clima y el estrés, además de los cambios hormonales, por ejemplo, los propios de la menopausia.
 

* LIMPIEZA:

Escoge productos de pH neutro, sin tensioactivos ni otras sustancias agresivas (tampoco las que sean aromatizantes). Para refrescarla es ideal el agua termal, que además aporta minerales a la piel y la relaja.

 CONSEJO DE BELLEZA:

Las pieles sensibles pueden reaccionar con picores a los productos antiedad. Haz una prueba con una pequeña cantidad del producto y descartálo si la piel se enrojeciera o apareciera prurito.
 

* CUIDADOS:

En el caso de las pieles sensibles, el objetivo de la limpieza y de los cuidados es calmar la piel, estabilizarla y prevenir las inflamaciones. Prueba primero solo con una pequeña cantidad del producto correspondiente y, si notaras alguna reacción adversa, no dudes en descartarlo. Son muy recomendables las combinaciones con manteca de Karité, Proteína de almendra, Cardiospermum Halicacabm, Aceite de Girasol o Aceite de Echium. También son recomendables los productos que contienen Urea o Algas porque, a la larga, mantienen la humedad de la piel.

Atención: ¡hay que tener mucho cuidado con los productos antienvejecimiento ! La vitamina C que en su mayoría contienen, pero sobre todo la vitamina A (el denominado <<RETINOL>>), pueden provocar picores y quemaduras en las pieles sensibles.
 

CONSEJO DE BELLEZA:

Una piel sensible nunca debe secarse frotándola: secate siempre la cara con ligeros toques de una manopla. Atención: los agentes limpiadores y otros principios activos pueden provocar prurito. Lo mejor es renunciar a esas sustancias y utilizar tan solo productos muy suaves.

 
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