Este jabón de lavanda lleva aceite de coco y de oliva (limpio, otro día usaremos el de cocinar). Es un jabón de tocador fantástico que deja la piel suavita y limpia y que gracias a la lavanda a mí me huele un poco a nostalgia.
Ingredientes :
400 g de aceite de oliva
80 g de aceite de coco
62,7 g de sosa cáustica
116,14 g de agua destilada
30 gotas de Aceite esencial de lavanda
Flores de lavanda frescas o secas (opcional, yo no las usé esta vez)
Para los que usáis la calculadora de saponificación (¡¡muy útil!!) estoy usando un sobreengrasado del 9%, concentración al 35%
Utensilios (evitar los de aluminio):
Un molde con la forma que deseemos (no de aluminio!). Yo utilicé unos de silicona
Gafas de protección y mascarilla para manipular la sosa cáustica
Batidora de mano
Cazuela/recipiente (que no sea de aluminio)
Cuchara de madera o silicona para remover
Vinagre. No vamos a usarlo, pero si la reacción con la sosa es muy fuerte, nos sirve para evitar males mayores
Elaboración:
Preparamos el molde (si vamos a usarlas podemos poner flores de lavanda en el fondo, para que al desmoldar salgan arriba).
Con cuidado, y usando gafas de protección, añadir la sosa cáustica al agua destilada, por este orden para evitar salpicaduras (esto es importante). Si tenéis dudas mirad vídeos, informáos más, pero tened claro como funciona este proceso antes de hacerlo.
Como produce vapores, lo dejamos reposar hasta que se enfríe. Si podemos hacerlo al lado de una ventana o al aire libre, mucho mejor.
Pondremos el aceite en un cazo, a fuego lento y cuando se caliente un poco (unos 40 grados), lo retiramos y lo mezclamos con mucho cuidado con la sosa cáustica
Batir usando una batidora de brazo evitando las salpicaduras. Batiremos hasta que la mezcla gane espesura y quede como un gel.
En este momento, y añadiremos unas 20 o 30 gotas de aceite esencial de lavanda y más flores (si queremos) y mezclaremos bien.
Ponemos la mezcla en el molde y podemos añadir más flores de lavanda para que se vean también por ese lado.
Lo cubrimos con una toalla para que mantenga el calor y se lleve a cabo la saponización, y lo dejamos reposar unas 12 y 24 horas sin moverlo ni removerlo.
Una vez frío ya lo podemos desmoldar. Lo dejaremos en un lugar fresco y seco para que se endurezca y madure entre un mes y medio y dos meses (como mínimo, cuanto más esperes más duro será y más espuma hará)
De nuevo hay que recordar que hay que manipular la sosa cáustica con mucha precaución, preferentemente usando gafas de protección (unsa viejas de la piscina pueden valer), e incluso mascarilla y guantes, debido a que es un material muy corrosivo. Si en algún momento nos cayera sobre la piel podemos aplicar de inmediato un poco de vinagre.
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