Es una realidad que no es tan favorecedor como el negro en cuanto a acentuar la figura, pero es fresco y nos hace sentirnos libres y cómodas, sobretodo en épocas de mucho calor. Tener un pantalón o una falda blanca es casi obligatoria para todas las mujeres. Es como el equivalente a usar jeans cuando estos no son permitidos. Hay que dejar de lado el terrible miedo a ensuciarnos o no lucir impecables y continuar con nuestras actividades como si fuese cualquier otro color.
Un vestido blanco nos puede sacar de cualquier apuro, sobre todo para eventos en la tarde. Nos permite jugar mucho con el maquillaje y, más que nada, con el color de los labios. Recomiendo buscar un vestido un poco más flojito, no queremos tener un vestido blanco sumamente pegado al cuerpo, pues puede hacernos pasar una muy mala jugada.
En el tema de los zapatos, viene lenta la tendencia de pico. A mí personalmente no me encanta, me resulta súper llamativo y se puede convertir un gran error. Aunque si es que es parte de esta tendencia retro, que retoma la inspiración los años 60s y 70s. Lo que, si está permitido y, es más, es obligatorio, es tener unos tenis blancos. Hoy en día, son bienvenidos en todo tipo de evento y casi en todos los códigos de vestimenta. Son esenciales para los viajes, fines de semana y días de mucho trabajo; van bien con todo y son fáciles de limpiar.
El blanco en las blusas es mi mejor amigo y mi otra mitad. Es mi sello personal y la verdad es mi secreto, ¡no saben lo práctico y sencillo que es combinar! Las blusas o camisas blancas se ven bien de día, de noche, con jeans o faldas de flecos, nos sacan de cualquier apuro y nos pueden hacer lucir impecables o hasta relajadas.
De verdad, sigan este consejo, sobre todo en esta época de calor. Intenten todos los cortes y siluetas posibles, denle su toque personal con maxi aretes, clutchs coloridos o collares. ¡Pierdan el miedo por el blanco! Háganlo parte de ustedes, no se preocupen por verse mal o por ensuciarse, mientras menos lo piensen, mejor lo lucirán.
¡Suerte!