Hi babes!
La entrada de hoy, se trata de una entrada algo especial. Muy personal. Como siempre, reflexión y fotos, pero en este caso, con el motivo de empezar nuevo año, supongo que por las fechas que son, y supongo por todo el cúmulo del año que llevamos a las espaldas, me apetecía a atreverme a escribir de una manera menos general como hago siempre. No me gusta, y no sé entonces por qué lo hago. Pero soy una persona que le gusta recomendar y tratar de aconsejar, y a veces hay que empezar por el propio cambio de uno mismo. Y así lo quiero representar. Repito, una entrada especial, una entrada muy personal.
Otro año comienza. Ciertamente es un día significativo pero? en cuanto a propósitos: porque justamente nuestro planeta acabe de dar la vuelta al sol (una hora antes que en otra ciudad, o 10 horas menos que en otro país), justamente en ese momento debería ser cuando comencemos nuevos propósitos, intentemos cambiar, o planteemos nuevas metas? Pensándolo así no tiene ningún sentido, ningún por qué.
Sin embargo, he de decir que lo tomamos así, que lo tomo así, y que de hecho quiero tomarlo así. Porque somos personas, y como tales es difícil cambiar, empezar, o plantear algo diferente. Por eso mismo necesitamos una motivación, una motivación que en un día a día donde la rutina es lo único que vemos es imposible crear. Es por eso que creo que sí es justo que podamos tomar ese primer día del año como un comienzo. Con quien queramos, como queramos, igual o diferente. Pero un comienzo. Porque es así como probablemente seamos capaces de plantarnos frente a lo que queremos cambiar con más fuerza que si de un día normal se tratase. Efecto placebo lo llamo yo. No es que sea, pero creer que es hace casi todo el trabajo.
Veamos, no hablo de propósitos como: voy a dejar de fumar, voy a apuntarme al gimnasio, voy a estudiar a diario, voy a dejar de morderme las uñas? (justo de hecho no necesito nada de eso). Creo que esas cosas puede llegar un día, cualquiera, donde decidas apuntarte, decidas no comprar más etc. Sin embargo hay cosas, más bien internas que no pueden tener un comienzo, sino una progresión. Es por eso que quizá para poder plantearlo enserio necesitemos un día, un motivo, un efecto placebo vaya. Y como yo aún no encontré uno para todos esos cambios que me gustaría hacer en mí? quizá un 01/01 pueda ser un día que sea el día. Como cada noche de hace muchas noches digo: mañana será otro día. Esperando que lo del anterior no se repita. Pero nunca lo es. Siendo el primer día del año al igual?
De mí me gustaría cambiarme interiormente. No estoy hablando de mi manera de ser (de la que obviamente hay muchísimas cosas que mejorar, por supuesto, pero eso ya es otro tema). En este caso hablo de la forma de ser interna que mi mente ha creado, que hace que lo de dentro controle lo de fuera sin nisiquiera darme cuenta.
Quisiera cambiar mis nervios, mi manera de tomar las cosas, mi manera de intentar llegar a todo, teniéndolo todo organizado, y haciendo que al final todo se convierta en un caos. Es totalmente contradictorio esto que digo, lo sé, pero de verdad que para mí tiene todo el sentido del mundo. Para hacer todo, y tener todo bajo control, no hay más remedio que ir venir en la mente, ir en ella de un lado a otro, con la única consecuencia de terminar en un completo caos. (Mucho más del que se podría imaginar, pero eso se queda solamente en mí) Teniendo todo desordenado y sin acabar, y teniendo que volver a la situación inicial, sumando a todo ello organizar lo anterior. Sé que esto es así, pues desde el ejemplo más tonto como poner orden en el cuarto, el armario, o el pequeño cajón de debajo del escritorio, pasando por los estudios trabajos y exámenes de esta dura carrera, hasta en la organización en general de mi tiempo. Ese que tanto pierdo? todo ese que no aprovecho por esa forma de pensar y pensar y no estar quieta, ni por dentro ni por fuera.
Quiero que no me afecte tanto todo, que no tenga que dar tantas vueltas a cada pequeño detalle, que sea capaz de dar menos importancia a lo que realmente no la tiene (pese a que en ese mismo instante desde el punto de vista de uno lo sea absolutamente todo).
Que no me preocupe tanto por lo que cada persona puede pensar de cada cosa, por la reacción que puede tener a una simple actitud, y llegarme a preocuparme más que por lo que pueda pensar yo de la situación. Que me exiga a mí misma explicar y explicar hasta hacer entender a los demás mis pensamientos. No me refiero a no preocuparme por los demás. No no, nada que ver. Muy muy bien saben los que me importan que preocuparme es algo que me sería imposible cambiar. Que jamás va a faltar mi mano si la necesitan. Al igual que por supuesto he conocido la sensación de sentirme mimada, y agarrada. Esté caída o arriba del todo, pero agarrada? Dicen: “A veces no necesitas a alguien que te levante del suelo, sino alguien que se tumbe a tu lado hasta que te puedas levantar” Nada que añadir. A aquellas personitas que no malgastan oportunidad de burlarse de mí, ser crueles conmigo, regañarme por todo, o reírse de mis ocurrencias, también son las que ha bastado con una mirada, o un hola extraño para saber que algo me pasaba, o directamente para saber el qué me pasaba (y si he querido hablar han perdido horas, o si he querido callar han hecho por hacerme sentir mejor)? cómo les voy a faltar? No no, corro donde sea cuando sea. Quiero de hecho comenzar el año con aquellas personas que necesito, porque me demuestran que me necesitan, porque les demuestro que les necesito. Cíclico.
Preocuparme tanto por lo que puedan pensar iba en el sentido de? de nuevo no darle tanta importancia a todo. A aquellos detalles que ni los demás se darían cuenta si se hacen como si no, a aquellas situaciones donde no se haría lo mismo por ti, porque simplemente no tiene importancia, en aquellas donde nos perjudicamos a uno mismo porque creemos que así otro pensará mejor de nosotros. A aquellas en las que nos importa qué pueda pensar alguien que no nos influye? De esta manera lo que haremos será esperar de los demás, y como digo muchas veces: No esperes nada de nadie, es mejor estar sorprendido que decepcionado Y amén. Y por supuesto, fuera lo tóxico.
Aprender también a darse algo más importancia a uno mismo. Que si no sale, no hay salido? ¿Y encima nos vamos a preocupar por lo que piensen los demás de que no haya salido? Suficiente con el disgusto de no haberlo conseguido ¿no? Estar a la altura de lo que nos planteemos, no de lo que creemos que otro puede esperar de nosotros.
Y decidir, tomar decisiones. Muchas veces soy incapaz de tomarlas yo creo que no por el hecho de lo que yo piense. Si no por la consecuencia que pueda tener en lo que piensen después.
En definitiva, quiero saber controlar mi interior, y no que él me controle a mí. Aunque a veces no se note. O que otras se note demasiado. Esa forma de ser que me presiona tanto, que no me deja relajarme, y eso hace que la angustia por lo que sea se prolongue más de lo necesario, que ese nudo deje respirar aún menos de lo normal, que ante los problemas importantes, actúe olvidándolos y creando las montañas de donde no las hay. Esa forma de ser que? he encontrado la palabra. Me convierte en caos.
Quiero saber poner orden en mí. Sé que de esa manera sería capaz de poner en orden las cosas de la vida cotidiana. Orden físico, y orden psicológico.
El paso a paso, el despacio y buena letra.
Mejor poco y bien. Mejor empezar y acabar, a comenzar todo y dejar el plazo indefinido. Mejor ordenar lo anterior antes de dar el máximo con lo nuevo, dar el máximo sin sentido solamente conduce a más caos. A veces mejor parar definitivamente a tiempo. A veces mejor hacer una pausa definida, y volver con más fuerza. Mejor organizar con cabeza a organizar con ambición. Mejor calma. Mejor tranquilidad aunque lleguemos a menos? estaremos en realidad llegando a más.
Pero? Como? Si esto ya lo he pensado mucho. Ya lo he intentado mucho. O… no llegué a empezar a intentarlo y sólo lo pensé? Cómo se comienza? NO LO SÉ. NO TENGO NI LA MÁS REMOTA IDEA. Pero lo quiero intentar.
Las fotos del look de hoy que os muestro tienen que ver con las fechas en las que estamos y fue el look que elegí para una nochevieja con decisiones improvisadas. Celebración tras celebración, un conjunto muy muy auxiliar, donde el protagonismo lo da el toque de color que destaca sobre el neutro. Como taaaanto me gusta hacer en tantos post. Vestido palabra de honor completamente básico de Lefties, donde algo de pedrería aporta el toque elegante que las fiestas piden, combinado con unos llamativos zapatos de tacón rojos. Maquillaje que destaca los labios de este mismo color, y completado el sencillo outfit auxiliar para cualquier celebración de noche.
Además se trata de unas fotos bastante especiales. Pude ver cómo trabajaban BLANCA y MARCOS y he de decir, que el control de la luz, posición, y ajuste de la cámara es muy importante. Lo pasé muy bien, ya enseñaré por aquí el resultado del resto de la sesión y espero poder continuar enseñando más.