Es un mes de cambios, y no son pocas las personas que escogen este mes para comenzar a hacer ejercicio. Muchas fallan en el intento. ¿Qué debemos hacer para favorecer una vida activa y sana que nos permita estar en forma?
Lo primero, y quizá lo más importante, es adecuar nuestra dieta a nuestros nuevos hábitos saludables. No podemos pretender realizar más ejercicio comiendo mal. Llega el momento de comer sano y bien, para favorecer nuestro rendimiento y para contar con energía para realizar ejercicio.
Podemos, por ejemplo, hacernos un bocadillo por las mañanas de pechuga de pavo ElPozo BienStar, junto a una pieza de fruta. Las vitaminas de las frutas también son muy importantes. Si no eres muy fan de las mismas, prueba a convertirlas en batido con algo de leche de soja.
También podemos usar taquitos de jamón BienStar en ensaladas, pasta…
Con una buena alimentación, y a fuerza de práctica, nuestro cuerpo estará listo para hacer ejercicio. El calentamiento y evitar los sobreesfuerzos ayudarán a mantener lejos las lesiones que lo impidan.
Nos falta ahora otra preparación igualmente importante: la mental.
De nosotros depende ser constantes a la hora de realizar ejercicio. Es importante establecer rutinas que nos vaya a ser posible mantener. Empezar con tiempos cortos nos permitirá irles dando espacio en nuestro día a día. Una vez que la costumbre de hacer ejercicio esté integrada en nuestra vida, ya tendremos tiempo de ampliar el tiempo que le dedicamos.
También es clave la motivación. Ir al gimnasio o salir a correr porque sí puede ser insuficiente para que logremos ser regulares. Sin embargo, tener un objetivo sí que nos motiva a ello. Apuntarse a una carrera popular, tener previstas rutas por el campo de cierta dureza… es importante tener retos que queramos disfrutar y hacer bien, para que la preparación previa -o sea, el ejercicio regular- no sea una obligación, sino una decisión propia.
¿Qué otro consejo darías tú a alguien que comienza en septiembre a hacer ejercicio? Déjalo en los comentarios.
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