Aún así hay que disfrutar del día y de la magia de los Reyes Magos. Por supuesto esta tarde habrá que acercarse a la Gran Vía, para ver el desfile y pedir los últimos deseos. Y por qué no, para llenar los bolsillos de caramelos. Lo que no voy a hacer es como ciertas señoras que estaban el año pasado a mi lado, las cuales utilizaron paraguas para quedarse con todos los caramelos. ¡Pobres nietos de estas señoras, van a morir de caries!
Eso si, esta noche prontito a la cama, con los zapatos bien limpios y a soñar hasta mañana, para abrir regalitos. ¿Aunque a estas alturas ya sabréis con qué voy a disfrutar más, no? ¡¡Siiii!! Desayunando Roscón de Reyes con la familia.