Habitualmente, solemos darle mayor importancia a la piel de nuestro rostro, sin prestarle demasiada atención a nuestro cuerpo. Pues ese resulta un grave error, dado que la exfoliación corporal nos terminará brindando una serie de beneficios increíbles que una vez los pruebes, sabrás de qué te estamos hablando.
Cierto es que nuestro rostro es el que más se expone a los efectos nocivos del sol, pero no por ello, y más aún en verano o en época de clima cálido, otras partes de nuestro cuerpo se vean maltratadas por estos efectos, y debamos cuidarlas como es debido. A su vez, la acumulación de células muertas se da en todo nuestro cuerpo, y es por ello que resulta tan importante cuidarlo y exfoliarlo. Con esto, se podrá gozar de una piel suave y sensible, saludable y hermosa por mucho más tiempo.
Debes saber que la importancia de una buena exfoliación radica en que las células de la piel se multiplican, luego mueren y finalmente se renuevan. Al no eliminarlas, las células muertas terminan quedando depositadas en la piel y se acumulan con otros desechos de cremas y microbios que pueden penetrar por nuestros poros.
Por estos motivos, se ve la imposibilidad de que nuestra piel pueda respirar de forma correcta, y esto dificulta el proceso de regeneración natural, llevando como consecuencia a que el tejido de nuestra piel comience a lucir seco, opaco, marchito y envejecido.
La exfoliación corporal impide que todo esto suceda, fundamentalmente si la llevamos a cabo una vez por semana. Ayuda, esta rutina, a la renovación celular, ya que elimina a las células muertas lo que estimula el nacimiento de nuevas células. Y al eliminar impurezas y desechos, la piel puede respirar mucho mejor por lo que luce más jovial, renovada, saludable y con otro tipo de brillo.
Asimismo, después de una buena exfoliación, la piel se encuentra más receptiva a absorber cualquier tipo de nutriente, por lo que se vuelve muy importante aplicarle una buena hidratación después de realizarla.
De más está decir que la piel no es la única beneficiada de una excelente rutina de exfoliación, sino que también resulta un gran descanso y relajación para nuestra mente. El placer de sentir una piel sana y limpia ofrece una sensación de bienestar inigualable. Es por ello que exfoliar la piel de forma rutinaria se convierte en un sinfín de beneficios tanto por dentro como por fuera.
Y recuerda se trata de una limpieza profunda, te ayuda a un mejor bronceado más uniforme, previene un envejecimiento más prematuro y activa la circulación sanguínea.
Además, por supuesto, ayuda al buen funcionamiento del sistema linfático para eliminar las toxinas de los poros de la piel. A su vez, previene la formación de vellos enquistados después de la depilación. Todo lo cual es una gran serie de beneficios para nuestra salud.