Pero la princesa de nuestra historia en el fondo sí que quería adelgazar, y todas las noches antes de dormir le pedía a las hadas madrinas del reino que le trajeran la solución mágica para perder todos esos rollos y esa celulitis…
… bueno, no voy a disfrazar la historia más, esa princesa era yo, y nunca acudió ninguna hada madrina en mi ayuda, en cambio una serie de publicidades o consejos dudosos me llevaron a lo largo de mi vida a probar las que llamo mis #estupidecespasadas para adelgazar.
Aquí las que recuerdo ahora, en ningún orden en particular, no crean que son las únicas:
Fumar
Tenía veintipocos y se llamaba Lourdes. Bajita, delgada, bonita, era la novia del hermano mayor de mi novio de entonces, es decir mi especie de cuñada. Tenia un aire exótico porque era extranjera: era uruguaya. Fumaba, y quería dejar. Un día comentó que casi no comía, que cada vez que daba un bocado enseguida le daban ganas de fumar.
Chicas, ese comentario me hizo empezar a fumar a los 17 años. No fue por la presión de mis pares, no fue porque pensaba que me veía sofisticada pitando, no… fue porque me sonaba como la solución mágica para no comer. No me resultó, y miren que lo intenté por años, pero aunque me enganché un poco con el vicio en el fondo me asqueaba el cigarrillo y en vez de querer prender uno despues de comer, más bien queria comer despues de fumar, para sacarme el sabor de la boca.
Al final la saqué barata: todavía me dan ganas de encender un pitillo de vez en cuando, pero solamente cuando se cumplen ciertas condiciones bien específicas: una noche cálida, una fiesta afuera, cocktails y conversación animada. Ocurre muy poco frecuentemente, y me da ganas de prender un cigarrillo… y pasárselo a alguien enseguida, ¡chau pucho!
Tomar pastillas
Me las recetó un sujeto que tenia colgado el título de médico en el consultorio, y llegué a tener un IMC normal (mientras que en mi peor momento llegué a obesidad de grado II, y ahora mismo sobrepeso).
Conocí a mi esposo bajo los efectos de la substancia: se me veía flaca y linda, pero el corazón me latía a toda velocidad, y me costaba dormir. Y estaba loca, chicas, más loca que lo habitual, las emociones se me disparaban y tenía que morderme la boca a cada rato para no responderle cualquier barbaridad a cualquiera.
Pero eso sí, no tenía hambre. El unico detalle es que cada vez necesitaba tomar más capsulas por vez, porque sino no me hacían efecto.
Las dejé de tomar después de la fiesta de casamiento y durante la luna de miel no paré de dormir y comer vorazmente. Todo frente a mi sorprendido flamante marido, sólo llevábamos 1 año de novios, y el pobrecito se preguntaba si finalmente habia conocido a la “verdadera Lola”.
El efecto en mi salud y fertilidad fue duradero y nefasto, pero esa es otra historia. Afirmo con toda seguridad que de todas mis estupideces, esta fue la peor.
Internarme en una clinica
Solo tenía una semana de vacaciones y estaba desesperada por bajar. Vi una publicidad de esta clínica para adelgazar y pensé… ¿cuantos kilos se podrán adelgazar en una semana? 10, me dijo una amiga que no tenia ni puta idea. Y alla fui, para el nordeste brasileño.
Lo tenían todo bien organizado: nos tenían a pura verdurita cruda sin aderezar, a lo sumo con una lupa veías una partícula de pechuga de pollo. Acqua gym, kilómetros y kilómetros de caminata, bicicleta fija, aeróbics, stretching, a pesar de que nos llenaban de actividades nunca me aburrí tanto.
Un desperdicio de vacaciones porque al final bajé solamente 3 kilos. No digo que 3 kilos por semana esté mal, pero yo tenía 30 para bajar, y ni la cuenta bancaria ni el tiempo libre para quedarme 10 semanas.
Pasaje de avion 500 USD, semana de tortura 1000 USD, sentirte una pelotuda porque pagaste una fortuna para perder 3 kilitos de mierda que engordaste a la semana siguiente: no tiene precio.
Estén atentas chicas que la historia continúa: colónico, ver a una adivina, considerar cirugía bariátrica, volverme macrobiótica y crudivegana, son algunas de las otras que voy recordando, la semana próxima la seguimos con la Parte II.
Sigan en sintonía, la historia de esta princesa continuará…
fuente: gratisography.com