Suele suceder que cuando un diseñador está ávido de ideas, se pone a buscar en las intrincadas y caóticas calles de Japón para poder encontrar esa inspiración que tanto precisa.
La extravagancia de las lolitas de Harayuku, la libertad estética que se percibe en Shibuya, los looks a veces escandalosos y llamativos de Akihabara. La cultura japonesa despierta admiración por donde se la mire.
Hay que saber que, en cuestiones de moda, las niponas son las primeras en aceptar y poner en práctica todos los cambios de looks e ideas que se puedan estar esbozando en las tendencias del momento.
En ese sentido, la J-Beauty radica en ser una combinación de milenarios conocimientos y una revolucionaria tecnología. Y esto lo ha sabido captar Shiseido con un relanzamiento de su línea de maquillaje.
La Cloroterapia es lo que consideran los japoneses como el poder para alcanzar la felicidad. Y actúan en consecuencia de sus creencias. Cada tono influye de una manera determinada en el estado de ánimo de las personas, además de esconder una simbología especial.
En ese sentido, ellos consideran que el color rojo tiene propiedades curativas, mientras que el azul representa un augurio de buena suerte.
Y los colores también pueden relacionarse con jerarquías y rituales. Por ejemplo, los tonos brillantes de la vestimenta de los emperadores japoneses tienen un poder fortísimo en este sentido.
También fue Shiseido quien se ha inspirado en un imaginario tradicional para crear su propia gama de colores, en lo que se conoce como un ejercicio de rebeldía sin igual. Aquí el maquillaje torna tonos y texturas nunca antes vistas y da un toque de elegancia supremo que, sin lugar a dudas, pone a la moda japonesa en boca de todos.
Los tonos rojos que se inspiran en los rellenos de los pasteles mochi, así como también los rosas basados en las pagodas japonesas y los azules de sus frescos tradicionales, forman una gama de colores y unas combinaciones sin igual dignas de verdaderas obras de arte del maquillaje.
Pero no todo remite a colores llamativos y extravagantes. La naturalidad de la belleza de la mujer nipona es uno de los fuertes en este aspecto. Aquí destacan PhillipLim con sus creaciones minimalistas y la elegancia de Tiit Tokio, a través de sus propuestas de tejidos orgánicos.
Y es que, en materia de belleza, pocas son las posibilidades de poder presumir un rostro natural y luminoso e igualmente bello con poco o muy tenue maquillaje. En este sentido, también Shiseido propone presentar un iluminador que mejora notablemente la apariencia de la piel y la ilumina sin igual.
Y como te contamos anteriormente, el juego de texturas pasa a ser un eslabón primordial para estar a la vanguardia en este campo. La suavidad de sus sedas y la tradición milenaria de sus brocados son elementos sustanciales a la hora de imponer moda. La mezcla de texturas y volúmenes, en este sentido, cobra una valía notable que hace que la moda japonesa destaque por sobre las demás.