Aunque hay un truco para lavar tus sostenes en lavadora y que no se maltraten, el método para lavar un brasier a mano que te mostraremos es a prueba de error.
Y algo de o más importante es siempre colgarlo para que seque. Jamás uses la secadora porque, entonces, no importa que los laves a mano o lavadora con mucho cuidado: terminarán por echarse a perder.
Otro aspecto que debes tomar en cuenta es la frecuencia con la que lavas. Lo mejor es que solo laves tus sostenes cuando realmente sea necesario.
Los expertos de Vicky Form sugieren que, si eres de las afortunadas que no transpiran mucho, lo ideal es que laves tu sostén después de 5 puestas, y éstas no deben de ser seguidas sino alternarlas.
Si sudas mucho o donde vives hace mucho calor, altérnalo por más puestas. Lo bueno de esto es que ya tienes un gran pretexto para ampliar tu colección de ropa interior. Ahora sí, pasemos a lo que nos interesa: cómo lavar un brasier a mano y que sí quede limpio.
Cómo lavar un brasier a mano
Ahora sí te diremos cómo lavar un brasier a mano fácil y que sí quede limpio. Antes de comenzar, necesitas detergente y un recipiente de agua caliente o el lavabo de tu baño.
1. Llena el lavabo o recipiente con agua fría. Luego agrega el equivalente a una cucharadita de detergente.
2. Mete el sostén y dejarlo remojar durante unos minutos
3. Pasados dos a tres minutos, frota la prenda con tus manos
4. Remójalos en agua las veces que consideres necesarias hasta eliminar la suciedad y el jabón por completo.
Por último y para que los tirantes y la zona de las axilas o el borde de las varillas quede realmente limpio, te tenemos un tip extra. Con un cepillo de dientes con detergente, talla esas zonas que usualmente se percuden. No talles demasiado fuerte, solo lo necesario para evitar que se percudan.
En este vídeo puedes ver cómo lavar un brasier a mano y muchas otras prendas en el lavamanos de tu casa. Es muy fácil:
Y si necesitas desaparecer malos olores en las prendas, no te piedas nuestra guía para saber cómo quitarle el olor a sudor a la ropa.
Fuente: este post proviene de Blog de Actitudfem, donde puedes consultar el contenido original.
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