Muchos dicen que el orden o desorden es reflejo de como nos sentimos y en algún sentido puede que sea cierto, seamos sinceros ¿a quién le inspira sentarse a trabajar o estudiar cuando tienes a la vista un desorden de magnitud catastrófica?, papeles y “checheres” por todos lados, cosas que compraste porque se veía bonito para el escritorio y ni al caso.
Recuerda que el escritorio es un lugar destinado específicamente para desarrollar nuestra labor profesional, es un espacio personal para hacer fluir nuestras ideas y ser más productivos, por lo cual debe ser por lógica agradable, limpio y por supuesto ordenado. No te daría un poco de vergüenza tener que recibir a alguien entre semejante pila de escombros en la cual hasta tú te pierdes.
Este es el momento en que dices: ¡es que yo entiendo mi propio desorden! NO, esa frase aquí no aplica, yo era una de esas y a estas alturas de la vida no se como me creí esa mentira.
Es hora de tener un lugar de trabajo libre, limpio y organizado. Para empezar con el primer paso necesitaras un tiempo, así que si trabajas en oficina llega un día un poco más temprano y manos a la obra:
Retira todo lo que tengas sobre el escritorio, limpia y desinfecta el área, igualmente tú computador, mouse y telefono.
Deshazte de todas aquellas cosas que no necesites, si exacto esos “checheres” que no usas y que solo ocupan espacio, muchas de las decoraciones que tenemos son innecesarias, trata de tener la menor cantidad de objetos personales en el escritorio.
Organiza los documentos: tira cualquier papel no necesario (si tienes campaña de reciclaje es ideal), clasifica los documentos y quédate en el escritorio con los pendientes e importantes y archiva todo lo demás en los gaveteros verticales. Ayúdate con folders, bandejas o porta documentos para la clasificación, lo que mejor te favorezca el espacio.
Manten sobre el escritorio los útiles de oficina necesarios: no vas a estar perforando hojas o pegando papeles todo el día, dispón de un organizador de escritorio para tener a mano bolígrafos, lapices,pos it, clips, etc…, cosas realmente necesarias para el tipo de trabajo que haces. Si tienes un escritorio con gavetas lo demás guárdalo allí y listo no te estorbara y lo tendrás a la mano.
Después de pasar la fase de descarte y organización debemos mantener todo ordenado y así inspirarnos cada día. Te paso unos datitos que veraz serán tú rutina y no volverás a ver ese desorden que te agobiaba.
Destina un día de la semana a limpiar y desinfectar tú escritorio.
Todos los días descarta los papeles que no vas a seguir utilizando y prepara lo pendiente del día siguiente.
Ordena los útiles de oficina y guarda todo lo demás.
¡Importante! trata de no comer en tú escritorio, si por fuerza mayor debes hacerlo, limpia todo cuando terminas y desodoriza.
Ten a la mano un cuaderno o agenda para anotar todo lo importante del día y así evitaras pequeños papeles por todos lados.
Sí, ya lo se, se estarán preguntando y esas fotos y cosas que me inspiran donde quedaron. Cada uno de nosotros tenemos algo que nos identifica y personalizar el espacio de trabajo nos hace sentir bien y a gusto, pero por favor no abusemos ¡no llevemos un mercado de pulgas para mostrar a nuestros compañeros!
Es bonito tener una planta pequeña, las suculentas y cactus son buena opción, una vela con aroma agradable, difusores, quizás unas flores de colores sobrios o un arte en particular, lo importantes es tener presente que todo lo que agreguemos debe crear armonía y reflejar esa sensación de fluidez y reducir el estrés, para no sentirnos agobiados con nuestras propias cosas.
Tener fotos y dibujos de los hijos, familiares y amigos sobre el escritorio es lindo, pero pueden distraerte, te aconsejo que a lo máximo conserves dos o puedes comprar un porta retratos digital y podrás cargar gran cantidad de fotos e imágenes, sin necesidad de tener una galería en la oficina.
¡Recuerda que tú decides la imagen que quieres reflejar!
Mariza,
Xoxo