Después de una temporada rodando su nuevo largometraje sobre la historia de los Gucci, Lady Gaga ha reaparecido caminando por las calles de Nueva York como si de su particular pasarela se tratase. Un desfile compuesto por dieciocho looks que parten desde la clásica estética de la época dorada Hollywoodiense, con vestidos de corte A, trajes con raya diplomática, cuellos baby doll y diseños con encaje, hasta la más transgresora con cortes exageradamente abullonados, plumas, pedrería y sus icónicas plataformas.
Juego de extremos: Los looks de Lady Gaga van desde la estética más clásica a la más transgresora.