¿Por qué cuesta tanto que los zapatos entren por detrás? Pues es de lo más sencillo, normalmente la zona posterior del calzado suele curvar hacia el interior, para evitar que el talón se deslice cuando caminamos. Es por eso que si queremos meter el pie en un zapato sin la ayuda de un calzador, normalmente doblamos esa zona y la deformamos si lo hacemos muy a menudo.
Por qué utilizar un calzador para ponerse los zapatos
Normalmente, por mucho cuidado que tengamos, de tanto forzar la parte de atrás de los zapatos, estos se suelen deformar y este proceso es irreversible, a parte de antiestético. Y lo malo es que cada vez este problema va a mayores hasta que el zapato queda suelto.
Pero eso no es todo porque este problema puede llevar a crear grietas en los talones, y llega a provocar que toda la parte trasera del pie se deforme por tener que ir acomodando el zapato para poder andar bien.
Los calzadores son los instrumentos ideales para que esto no llegue a suceder. Por su geometría curva nos facilitan el hecho de poder meter los pies dentro de los zapatos con comodidad. Los hay de diferentes tipos, según las necesidades de cada uno. Los hay cortos o pueden llegar a los 65 mm de largo. Estos últimos son mejores porque son mucho más cómodos ya que no hace falta agacharse tanto.
El calzador se inventó en el siglo XV aunque se mejoró en el siglo XIX.
Normalmente para fabricar los calzadores se pueden usar diferentes tipos de materiales. Los hay metálicos, de marfil ( recordad no comprar los de marfil, no hace falta deciros de donde procede este material…), de nácar, de madera, forrados en piel, de plástico, etc. Los más económicos son estos últimos.
Por regla general, las firmas de calzado de calidad suelen meter siempre un calzador dentro de la caja de zapatos, para que así no los deformes y te duren mucho tiempo más.
Así que ya sabes, si tú eres de los que usan los dedos de las manos para meterte los zapatos por detrás, ya no tienes excusa para comprarte un calzador tan práctico como cómodo.
Un truquito que poca gente conoce es que si no tienes un calzador a mano, puedes probar a meter el zapato con la parte del final de un cinturón.
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