Cuando el sábado por la mañana me enteré de que tendríamos que estar 15 días de cuarentena sin salir de casa no sabía muy bien si seguir actualizando el blog y redes sociales con el contenido que ya tenía o esperar a que todo esto pasara. Después de darle varias vueltas decidí seguir publicando con la mayor normalidad posible para intentar hacer estos momentos un poco mas amenos, tanto a mi misma como a vosotros. Así que, dentro de lo posible, intentaré seguir publicando como hasta ahora. Unos tres o cuatro post a la semana con los post que me quedaban de mis vacaciones, reviews y alguna cosilla que me ha ido llegando. Espero así ayudar a que estos 15 días pasen mas rápidos.
Y ahora, dejando esto de lado, comenzamos la semana con la última entrega de mi guía de Irlanda. Dejamos atrás Irlanda del Norte y ponemos rumbo a Irlanda para disfrutar de Dublín por última vez.
En este post quiero contaros que hicimos el último día en la ciudad, ya que toda la info os la conté en post anteriores y no es plan de repetirse.
Para llegar a Dublín desde Belfast fuimos en autobús con Dublin Coach. Lo cogimos en Glengall Street a las 09:35 de la mañana y llegamos a Dublín (Custom House Quay) a las 11:25. El billete nos costó 20 libras/persona.
En la calle donde nos dejó el autobús hay una parada de LUAS, así que nos vino perfecto para coger uno e irnos al hotel a hacer el check in. Nos alojamos en el mismo que la anterior vez, el Charleville Lodge.
Al llegar al hotel no teníamos habitación aún, así que decidimos dejar las maletas e irnos a comer por la zona de Phibsborough. Una zona super tranquila de la ciudad que estaba a 10 minutos caminando en el hotel.
Una hora mas tarde volvimos para subir las maletas a la habitación y cambiarnos de ropa.
Como hacía buen tiempo teníamos claro que queríamos irnos al Phoenix Park a dar una vuelta, así que cogimos el bus 46A en la parada que teníamos en frente del hotel y 15 minutos mas tarde (ocho paradas) ya estábamos allí.
Lo primero que hicimos fue alquilar unas bicis en Phoenix Park Bikes para poder recorrer el parque mucho mas rápido. Las alquilamos durante cuatro horas y nos costó 10€/persona.
Fuimos como locos en busca de los ciervos que viven en el parque y, por suerte, los encontramos. Eso si, no pudimos acercarnos mucho por unos niños no dejaban de gritar y estaban super asustados. Pero aún así, fue genial verlos.
De ahí nos fuimos a la Cruz Papal, un monumento en forma de cruz gigante en el que el Papa Juan Pablo II impartió una misa al aire libre a la que acudieron mas de un millón de personas en septiembre de 1979.
Después de tres horas de paseo por el parque devolvimos las bicis y volvimos al centro de la ciudad.
Dedicamos el resto de la tarde a tomarnos un café tranquilamente en el Starbucks de Henry Street, comprar los últimos recuerdos y callejear por algunas de las calles que mas nos gustaron. Y, para terminar el día, nos fuimos al famosísimo Temple Bar.
Nos encantó esta zona nada mas verla, pero ir justo cuando esta anocheciendo hace que tenga mas encanto aún. Aprovechamos el último día para cenar en uno de sus restaurantes típicos y al final nos decantamos por The Auld Dubliner,
El sitio era chulísimo y tenían música en directo, además todo lo de la carta tenía buena pinta y fue bastante difícil decidirse. Pero al final yo me decanté por un Irish Rib Eye Steak, que era un filete de costilla servido con brandy cremoso, salsa de pimienta, aros de cebolla, puré de patata y patatas fritas.
Sergio se decidió por el Supreme of Chicken Florentine, que era pechuga de pollo rellena de queso y espinacas, envuelta en tocino ahumado con vino blanco y salsa de queso.
Ambos platos estaban para morirse e hicieron que terminara de enamorarme de la comida irlandesa.
Para terminar la noche y despedirnos de la ciudad nos fuimos a Cloud Nine (también en Temple Bar) a por un helado. No recuerdo de que lo pedimos, pero estaba buenísimo y mereció la pena morir de frío mientras lo comíamos.
Desde ahí nos fuimos paseando a la parada de LUAS para volver al hotel, ya que al día siguiente nos íbamos super temprano al aeropuerto y necesitábamos descansar.
Y con esto doy por finalizados mis post sobre Irlanda. Espero que os sirvan de ayuda si tenéis pensado viajar a algunas de las ciudades de las que os he hablado o, por lo menos, que los hayáis disfrutado tanto como yo.
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Espero que os haya gustado
I hope you enjoyed
XOXO
@improvingtheangel_