Se que a muchas de por aquí también os gusta mucho hacer rutas y la naturaleza, así que aquí os traigo una nueva ruta de montaña en la Sierra de Guadarrama que os encantará.
La hice ayer por primera vez. Tiene unos 17.6 km y dura poco menos de 6 horas, aunque solo hay una hora de camino duro, que básicamente son las subidas al cerro y a la montaña, aunque a continuación os lo contaré con más detalle.
Se puede ir en cualquier época del año, aunque en primavera la primera parte suele estar encharcada, y en invierno necesitaríamos crampones y piolet. Ahora en verano, lo único necesario son unas buenas botas de montaña que sujeten bien el tobillo, muy importante porque subimos y bajamos por rocas que se mueven, y un gorro y protección solar porque las partes más altas no tienen ni una mínima sombra.
Vistas desde el Camino Schmit de Montón de Trigo
El camino comienza desde el Puerto de Navacerrada, se sube por la pista del escaparate y cogemos directamente el Camino Schmit dirección al Puerto de la Fuenfría, bastante bien señalizado por cartelitos de madera y árboles marcados con un punto amarillo.
La ida es casi todo es una leve bajada y camino llano. Pasas por sitios que parecen sacados de cuento de hadas, con pequeños arroyos, helechos, troncos caídos, rocas llenas de musgo... Mientras que contemplamos a la derecha nuestro destino, el Cerro Minguete y Montón de Trigo.
Yo pensando... hasta ahí hay que llegar??!!
Este camino dura casi 6 km que se acaban haciendo algo largos, pero al ir entre pinos por la sombra no se pasa mal.
Antes de llegar al Puerto de la Fuenfría nos encontramos con la fuente, de la que cae un mínimo chorrito de agua pero que es suficiente para rellenar las botellas, mojarnos un poco la cara y la nuca para refrescarnos, y para hacer una pequeña parada para comer frutos secos y chocolate antes de que empiecen las subidas fuertes!
Después de esta fuente, subimos una pequeña cuesta y nos encontramos con el Puerto de la Fuenfría. Aquí comienza la parte más difícil. Según subimos tenemos a la izquierda el Cerro Ventoso y a la derecha el Cerro Minguete. Este último es el que tenemos que subir para poder llegar a Montón de Trigo. Esta subida para mi fue la más dura porque no ves el final, subes por una parte con arbolitos que se hace más o menos llevable, pero la siguiente parte no tiene ninguna sombra y aunque mires hacia arriba, ves continuamente que sigue apareciendo el cerro. Desmotiva bastante, no es tan bonita , a no ser que mires hacia atrás, y aburre, pero es necesario hacerlo.
Subida por el Cerro Minguete con el Pinar de Valsaín a la espalda.
Una vez arriba las vistas son bonitas y es necesaria una parada para refrescarte y comer más frutos secos mientras miras tu destino, el Montón de Trigo.
Subes agotado, y la verdad, que ver el Montón de Trigo así enfrente desmotiva y parece que no vas a llegar, pero la vista engaña porque, aunque te canses, se hace muuuuy ameno. Subes la parte de los arbolitos que no tiene mucho y ya queda la parte final, rocas y más rocas!! En muchos momentos desaparece cualquier intento de camino y tienes que subir por rocas, con cuidado de pisar en las que no se mueven y en algunos momentos, se hace necesario subir gateando y ayudándonos con los brazos para subir a algunas partes.
Esta parte me pareció super divertida, aunque los cuadriceps acababan doliendo del esfuerzo. Pero cuando piensas que ya no puedes más, ya estas arriba!!
Las vistas merecen muchísimo la pena! Ves Segovia a un lado, Madrid a otro, Siete Picos, La Mujer Muerta, el Pinar de Valsaín... y se te olvida todo lo que has sufrido para subir!!
Ahí arriba estuvimos para hacer las fotos de rigor, hidratarnos y poco más, porque hacia muchísimo calor, no había sombras y estaba plagado de mosquitos y bichitos que venían al sudor...
La bajada de Montón de Trigo es mucho más rápida aunque hay que tener cuidado con las rocas porque muchas se mueven. Yo cuando no me veía segura bajaba de culo, así si me caía sabía que no iba a ser mucho.
Según bajamos, para no tener que subir a Cerro Minguete otra vez, hay un caminito que lo bordea y así nos quitamos un poco de bajada. Os lo recomiendo bastante porque vas continuamente por una especie de caída, en la que ves el Pinar de Valsaín, que es la mayor extensión de pino albar de Europa, y la verdad, impresiona. Mientras lo contemplas no puedes parar de imaginar historias que han podido pasar ahí, parece mágico.
Después de estas vistas, comienza la bajada del infernal Cerro Minguete, que si la subida fue dura, la bajada también lo es. Se hace eterna y acabas con las rodillas temblando, pero bueno, se acaba bajando.
Volvemos a puerto de la Fuenfría, nosotros paramos en la fuente a comer unos bocadillos, que después de todo el camino, son un verdadero manjar! Y entre el bocadillo, el cansancio, las vistas y el airecillo que corre... ¡Me río yo de los restaurantes de no se cuantas estrellas michelín!
La vuelta por el Camino Schmit se me hizo bastante larga, y acabas notando la más mínima cuesta, pero hay que volver, y con la sensación de haber hecho todo lo que te has propuesto, sacas fuerzas desde donde no las hay!
¡Y eso es todo! Os la recomiendo un montón aunque a ratos se haga larga, pero solo por ver estas vistas del Pinar, los rincones verdes que parecen de cuento de hadas y la subida por rocas a Montón de Trigo, merece mucho la pena!
Muaks!!
Fuente: este post proviene de Dentro de mi Caos, donde puedes consultar el contenido original.
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