Esta semana ha sido… digamos convulsa dentro del Mundo Rizado, a finales de la semana pasada ocurrió algo que nos desagradó a muchas mujeres. Hoy quiero contarte qué pasó, qué desencadenó ese acontecimiento, y cómo se ha ido solucionando. La bomba estallaba a finales de la semana cuando un salón en República Dominicana publicaba, en sus redes sociales, esta fotografía. Issa Quisqueya dio la voz de alarma en su página de Facebook. Además se encontró que la persona que administra la cuenta de Instagram de este salón, la bloqueaba a ella y a cualquier chica que denunciaba lo discriminatorio de este anuncio; este hecho nos soliviantó a todas muchísimo más. ¿De verdad que un salón no encontraba otra forma de atraer clientela que no fuese haciendo comentarios despectivos sobre el pelo afro?
Lo curioso es que esa peluquería se encuentra en un país, República Dominicana, donde más del 80% de la población tiene, de nacimiento, el pelo afro. Vamos, un comportamiento de lo más discriminatorio.
Es evidente que la foto se extendió por Facebook como la pólvora, y se iniciaron muchos debates en torno a esta publicidad en muchos grupos de Facebook dedicados al cuidado del pelo afro natural.
Está claro que el salón en cuestión tiene que hacer publicidad para atraer clientela pero ¿es lícito que la haga insultando y menospreciando al (cada vez más creciente) número de mujeres que lucen su pelo afro natural, tal y como nace de su cabeza?
Algunas chicas decían que no le había que darle más importancia al asunto; que lo único que quería este salón era publicitarse y hacer marketing. Que la imagen corriese por las redes sociales y se difundiese gracias a la indignación de muchas mujeres, entre las que me cuento.
No estoy de acuerdo para nada en absoluto con el hecho de que esto sea una tontería y que haya que dejarlo pasar. Al contrario: me parece un tema muy serio.
¿Por qué me parece tan serio? Pues me parece tan serio por todo el trasfondo que esconde el pelo afro natural.
Muchas mujeres hemos recorrido un camino de autodescubrimiento y de reafirmación que no ha sido fácil. Llevar el pelo natural nos ha supuesto enfrentarnos con un nuevo yo ante el espejo. Nos ha permitido vernos como somos en realidad.
Nos hemos reconciliado con la textura de nuestro cabello rizado o afro natural, hemos aprendido a amar nuestro cabello. Ese tránsito, en algunos casos, y para algunas mujeres, no ha sido nada fácil. Muchas mujeres han tenido momentos de duda, de no reconocerse, de encontrarse con que su familia les daba la espalda, en algunos casos.
¿Y ahora tenemos que permitir que desde un salón publiquen una imagen así? Porque yo puedo tener muy claro que llevar el pelo natural es lo mejor para mí, y para mi salud, y es como me siento más yo y como me siento libre; pero hay muchas mujeres, y sobre todo muchas adolescentes y chicas jóvenes que no lo tienen tan claro. Y me parece fatal que se siga perpetuando el estigma de pelo malo que se le dio hace más de 600 años, cuando empezó la esclavitud (no olvidemos que de ahí viene todo).
No. Lo siento, pero yo no lo puedo dejar pasar. No llevo más de tres años cuidando de mi pelo y aprendiendo a verme bien y a sentirme orgullosa, ofreciendo recursos a otras mujeres y madres para que aprendan a cuidar adecuadamente de su cabello y del cabello de sus hijas e hijos.
Me niego a seguir permitiendo que se perpetúe el apartheid estético al que se pretende someter a las mujeres que lucimos orgullosas nuestros rizos que, como he dicho antes, por suerte cada vez somos muchas más.
Me niego a que los salones de belleza sigan perpetuando esa creencia equivocada de que lucir el cabello afro o rizado natural es de sucias, desaliñadas, o es de gente que no puede permitirse pagar el salón.
Me niego a que se siga obligando a la mujer de cabello rizado y afro a encajar en un estándar de belleza que no es el suyo y que le cuesta el dinero y la salud. Sobre todo la salud.
Me niego a que siga sin aceptarse que llevar el pelo natural es una decisión que tomamos muy conscientemente, tras muchas cavilaciones, tras muchas dudas. Llevar el pelo natural, en según qué países, es una decisión muy valiente.
Y me niego a que se ningunee a esas mujeres valientes, porque ser natural no es una moda. Es una opción personal que merece todo el respeto. Y me niego a que se desprecie esa opción.
Me niego.
Y por eso, por mostrar mi disconformidad -porque callarme era consentirlo, y eso ni hablar- el lunes por la mañana publiqué esta foto de mi amiga MariCarmen:
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#amomipajon #pajonua #pajon #pajonpower #rizos #rizada #instacurls #mixedhair #naturallycurly #naturalhair #naturalcurlyhair #teamnatural #ilovecurlyhair #curly #cachos #cacheada #dominicanhair
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De ahí, y después de tomar la decisión de avisar en varios grupos en los que participo y en los que avisé de mi intención de escribir el artículo que estás leyendo ahora mismo, se me ocurrió lanzar esta publicación en mi cuenta de Instagram, en apoyo a la campaña “Dígale sí al pajón”.
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¡DÍGALE SÍ AL PAJÓN! ¿Te unes a la campaña? Vamos a inundar Instagram con fotos de nuestros bellos pajones para que el mundo sepa que nos enorgullecemos de nuestros rizos y de nuestros afros ?? ¿Quieres participar?
Además, en mi página de Facebook animé a que, quien quisiera, me enviase una foto por e-mail para que yo pudiera publicar en este post.
Mi intención con este post es, por un lado, mostrar mi rotunda condena a una publicidad de lo más desacertada que cae en el racismo para intentar captar clientela.
Pero, además de eso, lo que también quiero mostrar, y de lo que estoy contentísima, es la capacidad de respuesta de las mujeres rizadas que, en seguida que supieron de esa imagen denigrante, publicaron en las redes sociales de ese salón su disconformidad con ese anuncio.
También quiero remarcar la buena acogida que ha tenido la campaña #digalesialpajon: la unidad que se ha generado ha sido conmovedora.
Me ha encantado recibir fotos y más fotos de mujeres con cabellos rizados de diferentes tamaños, formas y texturas. Todas colaborando y uniéndose en una campaña para demostrar cuán orgullosas están de sus rasgos, en concreto, de su cabello.
Y pienso también en el inmenso poder que tienen las redes sociales, por cómo hemos podido demostrar nuestro rechazo colectivo hacia ese anuncio envenenado, y cómo nos hemos unido las mujeres para apoyarnos y hacer valer nuestra elección personal, demostrando que no todo vale a la hora de hacer marketing y ganar cuatro clientes.
El mismo lunes, Issa Quisqueya contactaba telefónicamente con el salón para pedir explicaciones. Desde el mismo salón reconocían que no creían que un anuncio así traería tantas consecuencias, y le comunicaban que iban a pedir disculpas públicamente. Y así lo hicieron:
ATENCIÓN: En días pasado hicimos una publicación donde llego a ofender de cierta forma a las Mujeres de pelo Rizo Natural o Afro aunque [nombre del salón] tuvo la mínima intención de ofenderlas pedimos Disculpas sinceras a todas nuestras seguidoras
En este caso, la reacción del salón es la correcta, y es la que podía haber sido de entrada, en vez de bloquear a las mujeres que reclamaron. Así que, en este caso, tengo que decir que celebro que el salón se haya retractado y haya pedido disculpas públicamente al haberse dado cuenta de que llevar el pelo natural es una opción que cada vez eligen libremente más mujeres.
Pero que no se te olvide: esto se ha logrado gracias a la presión social que hemos llevado a cabo muchas mujeres, que hemos mostrado nuestra disconformidad, reclamando en los perfiles de este salón, denunciando la foto a Instagram y a Facebook, y llevando a cabo una acción conjunta.
Por eso, y para dar las gracias a todas las personas que han querido colaborar amablemente en la confección de este post facilitándome fotos de sus bellas melenas te dejo este vídeo que he hecho con muchísimo cariño.
También he hecho este collage con las más de cincuenta fotos que me han mandado durante todos estos días para apoyar la campaña:
También puedes ver las fotos reposteadas de Instagram en mi álbum Dígale sí al pajón de Facebook.
Esto demuestra, una vez más, que la unión hace la fuerza. Feliz fin de semana.
La entrada Dígale sí al pajón aparece primero en Diario de la Negra Flor.