Pero sí tenemos algún que otro truquillo de belleza... Éste que os vamos a contar ya lo publicamos al comienzo de nuestro blog, aunque entonces sólo nos leían nuestros afectos (cuatro gatos)... Por eso hemos pensado que era una buena idea rescatarlo, ya que a nosotras nos funciona. Se trata de un ejercicio para aumentar el volumen del labio superior... Sí, sí, como lo oís, ¡aumentar! Y sin necesidad de rellenos de ningún tipo. Una de nosotras lo lleva practicando muchos años, desde que lo descubrió en una revista femenina, y la constancia consigue mantener en forma ese músculo labial (o como se llame). Aún guardamos la foto... ¿queréis verla?
Y menos mal que tenemos la imagen, porque ni por todo el oro del mundo saldríamos nosotras practicando... ¡Ya nos entenderéis cuando os veáis delante de un espejo probando!
Hoy, además, hacemos una confesión; somos adictas a los bálsamos labiales, rara vez nos veréis con pintalabios, pero la vaselina, el carmex, y todos sus allegados, van (¡del tirón!) al bolso cada día. Y lo extendemos un poquito por encima del labio superior para evitar el temido código de barras... A ver, esto es de cosecha propia, si mantenemos esa zona constantemente hidratada, tardará más en arrugarse, ¿no? ¡es de lógica! Pues eso, que a veces casi nos llegan los brillos a la nariz... ¡Pero nosotras tan contentas!
Dos gestos sencillos de llevar a cabo, y bien asequibles, con los que ir ralentizando el inevitable paso del tiempo por esta zona. Pero, sobre todo, nosotras estamos convencidas de que funcionan, ¡y este convencimiento es el mejor tratamiento de belleza!
¿Conseguiremos tener estos morritos que no tenemos de forma natural? ¡Por nosotras que no quede!