Así, para mí, el primer paso (tras tener la cara limpia e hidratada), es camuflar. Camuflar todo eso que no quiero que se vea cuando salga de casa.
Así que engancho mi corrector verde por banda y empiezo: esto fuera, esto también...
Pero ¡ojo! el corrector verde es útil, únicamente, para disimular rojeces. Rojeces de cualquier tipo, ya sean granitos, manchitas, pequeñas marcas... Yo lo utilizo, sobre todo, para las ojeras, porque granitos no tengo (la lotería genética, que no ha dado granos, pero sí unas ojeras del tamaño de Alemania...)
Por lo tanto, éste es mi primer paso: camuflar las rojeces y ojeras con corrector verde.
¿Como cuál?
Corrector verde en stick, de New York Color.
Es una barrita, formato como el de una barra de labios. Es verde, absolultamente verde. No tiene mucha más historia, aplicas un poquito en la zona a tratar y lo extiendes bien, o te arriesgas a ir por la vida con un manchurrón verde en plena cara. Sale muy bien de precio, unos 2,50 euros, y la verdad es que no tiene grandes pegas, ya que, al usar poca cantidad, cunde muchísimo y es bastante cremosito, no forma pegotes... En fin, todo un must, útil y muy económico. Cumple su función con creces, incluso yo diría que ilumina un poco la zona y hace maravillas en las pieles con granitos y marcas, rojeces todas.
Yo diría que, por lo que vale, conviene tenerlo aunque no se suelan tener granitos, ya que, si aparece uno puñetero, pues lo tapas y listo. Total, por 2,50...
En breve, otros correctores de otros colores, su función, etc.
El último, será el corrector de toda la vida, el color carne.
Salut!