Música, amigos y fiesta. No hay mejor plan que un FIB, Glastonbury o Sónar en buena compañía. Pero sobrevivir a un festival de música no es tan fácil (y menos aún hacerlo con estilo). Tras muchos años de conciertos y festivales hoy os traigo algunos consejos que he ido recopilando y que cada temporada me son más útiles a la hora de planear el próximo festival.
- Priorizar. Aún faltan unos meses para que se acerque el momento festivalero así que antes que nada, ¿ya has elegido a cuál asistirás este año? Es el momento de barajar opciones, carteles, precios y opiniones. Improvisar siempre es divertido pero todos sabemos que cuanto antes compres las entradas más económicas serán. ¿Seguro que quieres ir a ese concierto que tanto te han insistido pero del que no conoces ni una canción? ¿Estás preparado para pasar cuatro días durmiendo en el suelo y ducharte con agua fría (en el mejor de los casos)? Voy a empezar siendo ser un poco aguafiestas, el primer paso para sobrevivir a un festival de música es pensarlo todo dos veces (y cuando digo todo es todo).
- Organización. Una vez tengas las entradas ya es momento de pensar cómo ir, dónde dormir y qué llevar. ¡No lo dejes para la semana de antes! Si ya tienes tu entrada probablemente otros miles de personas también la hayan comprado y (¡sorpresa!) los alojamientos se acaban. Es el momento de averiguar si el festival ofrece camping, mirar apartamentos y hoteles por la zona, cómo moverse y? ¡reservar! Olvida que estamos en febrero. Dependiendo del festival puede haber de 20.000 a 90.000 asistentes contra los que luchar por una cama (y un baño con espejo y ducha con agua caliente), organízate si no quieres acabar durmiendo en el coche. Para sobrevivir a un festival hay que ser previsor, algo tan sencillo que solo se aprende con la experiencia.
- Equipaje. Mochila, sombrilla, sillas, tienda de campaña, colchoneta? ¡No metas lo que no vas a poder transportar! Haz una lista de lo que tienes que llevar y compárala con las de tus amigos. Puede que se te olvide algo o que haya cosas que podáis compartir y no haga falta llevar por duplicado. Por ejemplo, en caso de acampar se pueden compartir tiendas grandes, toldos, mesa y nevera portátil. Esto también vale para las que, a pesar de llevar cinco vestidos y tres shorts para 2 días, no tenemos nada que ponernos. Compartir ropa con tus amigas es como estrenar ropa nueva cada día. Consejo de mami total, es mucho más cómodo sobrevivir a un festival llevando solo lo imprescindible y luego compartir, compartir y compartir.
- Kit de emergencia. Botiquín, linterna, crema solar, loción after sun, toallitas refrescantes, desmaquillantes, navaja, jabón desinfectante, tiritas, muestras de colonia, aguja para las ampollas, tapones para los oídos, omeprazol y todos los ibuprofenos que puedas. Para sobrevivir a un festival de música solo hay que divertirse sabiendo que no vas a volver a casa en varios días (ya no suena tan bonito, eh). No darlo todo la primera noche en un clásico de los más veteranos para aguantar frescos (y con menos ojeras) ¡racionar la energía es lo más importante! Piensa en qué llevarías a una acampada en el campo o la playa y coge algún ibuprofeno más (y algún bikini menos).
- Provisiones. Voy a insistir con las listas. Lista para hacer la maleta, lista para hacer el botiquín y lista para hacer la compra. Será difícil que puedas cocinar (y si puedes no tendrás ganas) busca menús sencillos de preparar y alimentos no perecederos. En verano apetecen ensaladas, sandwiches, fruta y comidas ligeras, come lo que te pida el cuerpo (y bebe un poco menos). Al hacer listas de la compra en grupo se da más importancia a las cenas y bebidas pero está bien recordar que el cuerpo humano debe alimentarse más de una vez al día (cuando estás en pleno festivaleo en comer es lo último en que se piensa). Para sobrevivir al festival no te olvides de incluir desayuno (por muy tarde que te acuestes no dormirás hasta más de las diez) unas barritas energéticas o galletas para comer entre horas y, por supuesto, agua, mucha agua, tu cuerpo y tu piel lo agradecerán. No querrás despertarte con resaca a más de 35ºC y ver que no queda agua en tu nevera.
- Complementos de estilo con cabeza. Cada festival es un mundo, por lo que qué llevar dependerá de la ciudad, época del año, espacio en la maleta y estilo de cada uno. A veces empezar la maleta por la ropa y complementos que quieres ponerte es lo que más apetece, pero no podemos llevar todo el armario y normalmente ni siquiera una maleta de las de 15 días. Así que, una vez más, la lógica es nuestra gran aliada. Botas de agua, bikinis, chanclas para la ducha, sombrero y gafas de sol son algunos de los básicos más nombrados (y más importantes) para sobrevivir a un festival de música.
En cambio tendremos que olvidarnos de los tacones (el Coachella no es la vida real, amigas) y las sandalias que muestren demasiado los pies (arena + cerveza = barro que prefieres no llevar encima). Los bolsos de mano, por muy monos que sean, tampoco son cómodos, mejor recurrir a bandoleras pequeñas, mochilas o riñoneras (has leído bien). Una chaqueta, incluso en agosto, siempre es bienvenida y podéis jugar con vaqueros, flecos o sudaderas para que sobrevivir con estilo al festival del año sea tan cómodo como divertido. Pero lo mejor es recurrir a básicos y llenar la maleta de complementos: pendientes de plumas, collares de piedras, turbantes, maquillajes excéntricos y pelo de colores. En los festivales todo vale.
¿Se me olvida algo básico? ¿Cómo sobrevivís vosotros a los festivales de música?
- Imágenes Glastonbury & Coachella 2014 -
La entrada Sobrevivir a un festival de música (con estilo) aparece primero en FlorDSelva.