No solo la genética juega un papel importante aquí, sino también los hábitos y pequeños gestos que haces cada día y no sientan nada bien a tu piel.
Tienes que cuidar tu piel por fuera y por dentro, y puede que algunas de las rutinas que haces cada día la estén dañando. Te damos unos pequeños consejos que pueden ayudarte en tu rutina diaria:
No toques tu cara con frecuencia. Las manos están en contacto permanente con superficies sucias.
Los gestos involuntarios que hacemos para mantener las gafas en su sitio, como fruncir el ceño, pueden provocar arrugas.
No tomes más de 2 cafés al día, la cafeína propicia la deshidratación de la piel, compensa bebiendo más agua.
Nunca te vayas maquillada a la cama, y cuando te levantes, lava tu cara.
Cambia la funda de tu almohada un par de veces por semana, sobre todo si tienes el pelo graso.
Limpia tu móvil a menudo, es un gran acumulador de bacterias.
Comer mal afecta a tu piel, no sólo a tu linea.
Si ya tienes un problema en la piel que te trae de cabeza, ve a un centro especializado y déjate mimar tu piel www.playbeauty.com
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