No es ningún secreto: nos importa nuestra imagen. Si bien es cierto que no para todos guarda la misma relevancia, no podemos negar que una parte importante de nuestra personalidad está vinculada a nuestra apariencia. Es normal y humano, no dejamos de ser mente y cuerpo, y restarle importancia a cualquiera de las dos dimensiones pasa por infravalorar parte de nuestra persona.
Una de las partes corporales que más quebraderos de cabeza tiende a ocasionar es el cabello. Esto tiene su sentido ya que el rostro es el principal vehículo de comunicación y el cabello se encuentra en su parte superior. Son muchas las puertas que se abren en este espacio: la boca y las palabras, los ojos, la mirada, y multitud de pequeños y grandes gestos que acompañan nuestro día a día y que no dejan de transmitir información. Siendo así, resulta completamente entendible que dotemos de importancia a nuestra cara y, consecuentemente, a nuestro cabello.
Pero, ¿qué es el cabello?, ¿qué lo compone y de qué forma parte?, ¿existe alguna solución efectiva para disfrutar de una buena cabellera?
El cabello es una continuación del cuero cabelludo. Está formado por una fibra de queratina y constituido por una raíz y un tallo. Se forma en un folículo de la dermis, y constituye el rasgo característico de la piel delgada o fina. Cada uno de los pelos consiste en una raíz ubicada en un folículo piloso y en un tallo que se proyecta hacia arriba por encima de la superficie de la epidermis. La zona papilar o papila dérmica está compuesta de tejido conjuntivo y vasos sanguíneos, que proporcionan al pelo las sustancias necesarias para su crecimiento. La media de cabellos suele estar entre 100.000 y 150.000. El pelo de la cabeza mantiene el calor corporal de ésta y le proporciona al cráneo cierta protección contra los golpes.
Como cualquier otra parte del cuerpo, el cabello reúne una serie de características que tienen su origen en la estructura filamentosa de la queratina:
- Elasticidad: El cabello presenta una capacidad para estirarse y volver a su forma natural. Esta cualidad es fundamental a la hora de desarrollar la gran mayoría de los procedimientos químicos de belleza (tintes, decoloración, ondulación).
- Resistencia: Las células cuticulares son las responsables de la fortaleza de nuestro cabello. Están unidas entre sí con una sustancia química compleja que actúa como cemento y las mantiene unidas al córtex. El cabello es resistente a la rotura (hasta alcanzar una carga de 50-100g), el calor (hasta 140º seco y 200º mojado), la putrefacción y los cambios de pH.
- Propiedades eléctricas: Al cepillarnos, los cabellos acumulan electricidad estática y se repelen entre sí. Para evitar esto se recomienda no usar peines de material plástico, humedecer ligeramente el cabello, utilizar acondicionadores y no cepillarse el pelo después de haberlo expuesto a la luz solar.
- Porosidad: Es la capacidad que tiene el cabello de absorber líquidos. La absorción de agua produce un hinchamiento de la fibra con un incremento de un 15-20 % en el diámetro y solo un 0.5-1 % en su longitud. El pelo mojado es más esponjoso.
Y es que cada vez son más las personas que se informan acerca del cabello, sus características y propiedades, ya que cada vez son más las personas que deciden tomar el control sobre el mismo. De la misma manera, el interés de las empresas por ofrecer un servicio cada vez mejor no deja de evolucionar. Dentro del amplio abanico de posibles soluciones, a la hora de dotar de vigorosidad y fuerza real al cabello la cirugía capilar se afianza como una de las más elegidas. Capilae ofrece sus más de diez años de experiencia en cirugía capilar y la seguridad de haber tratado con una gran variedad de pacientes a lo largo de esta década.
Si usted está pensando en tomar las riendas de su propio cabello, ha llegado el momento. Opte por soluciones que ofrezcan resultados, opte por la seguridad y la tranquilidad de Capilae. Opte por su cabello.