El piercing para el ombligo es el tipo de perforación más común especialmente entre las mujeres y usualmente se realiza justo por encima del ombligo. También se puede hacer en cualquier lugar alrededor exterior del ombligo, siempre que haya un pliegue.
Hay diferentes posiciones y ubicaciones en que se puede colocar este piercing. Esta perforación tradicional del ombligo se encuentra en la mitad superior del mismo.
Lo más común es colocarlo con el pasador verticalmente, es decir, enganchado en el pliegue superior del ombligo. No obstante, hay quienes lo prefieren en el pliegue inferior o curiosamente con el gancho atravesando el vacío del ombligo.
Los distinto tipos de piercing para el ombligo
Esta joyería viene en muchas formas y tamaños. Además, se puede comprar prácticamente en cualquier lugar. Muchos incluyen accesorios tales como mariposas, corazones o estrellas que adornan las joyas colgando por fuera del anillo. A continuación, te detallamos una guía completa de los diferentes tipos de piercings en esta zona del cuerpo:
Barra curvada
La elección más común es una barra curvada, a veces conocida como “Banana” debido a su forma. Este piercing para el ombligo es una barra curvada. Una vez colocada, la cicatriz tarda de 3 a 4 meses para sanar por completo. Una vez lista la cicatrización, el piercing puede ser cambiado por otro que el usuario prefiera.
J-Bar
Es una variante de la barra curvada. Cuenta con una curva aguda en el extremo inferior y se utiliza casi exclusivamente para el ombligo, aunque no falta quien lo usa bajo el labio en la nariz.
Lágrima
Es una modificación del anillo redondo. Básicamente es un anillo, pero con forma de lágrima, de ahí su peculiar nombre.
Aro cautivo o prisionero
Tiene un diámetro aproximado de 1/2 de pulgada y un seguro a presión. Resulta muy cómodo para perforaciones hondas y garantiza que no se sale ni lastima la piel.
Si deseas usar un piercing para el ombligo ten en cuenta que se fabrican de acero inoxidable, titanio, oro, niobio y ciertos plásticos especiales. Por otra, son de los más fáciles de colocar en el cuerpo. ¡También es de los menos dolorosos! La clave para el éxito es que elijas el tipo correcto de joyería a fin de minimizar la irritación y reacciones adversas.
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