Tener un pelo sano no es una tarea tan sencilla como muchas personas creen. Pero recuperar un pelo que antes ha sido sano y que ahora, por diversos motivos, se ha estropeado, es todavía más difícil. En estos casos, es preciso recurrir a tratamientos específicos para cabello dañado. Por ejemplo, aquí tienes productos para el cuidado del cabello especialmente indicados para la recuperación de la salud capilar.
Pese a ello, a estos productos debemos añadir una serie de trucos y evitar los tratamientos que han provocado la pérdida de salud y brillo en nuestro pelo.
Qué hacer cuando nuestro pelo está dañado
Como decimos, principalmente son dos las tareas que debes realizar cuando tu cabello ha quedado fuertemente afectado por algún tratamiento o cambio especifico: nutrir y evitar ciertos productos.
Líneas reparadoras
Un pelo dañado es un pelo seco y sin vida. Reparar esto es algo difícil y, de hecho, no siempre es posible. Si el tratamiento que te ha provocado este estado ha sido muy intenso, en ocasiones será preciso recurrir a la tijera en mayor o menor medida.
Sin embargo, en otras ocasiones es posible recuperar la intensidad y brillo con líneas reparadoras. Para ello debemos contar con una gama de productos orientados a la nutrición capilar: champú especifico, mascarilla y acondicionador. Estos productos deberán aplicarse en cada lavado siguiendo las indicaciones pertinentes y dejando que el cabello absorba el mayor número de nutrientes y vitaminas.
Añade hidratación
A las líneas reparadoras se deben añadir una serie de productos que se dirijan sola y exclusivamente a la reparación del cabello. En este sentido podemos recurrir a aceites hidratantes (sérums) o mascarillas nocturnas, entre otras. Un remedio casero muy extendido consiste en fabricar tus propias mascarillas a base de aceite de coco y aloe vera. Puedes combinar estas mascarillas y aceites con la línea reparadora.
No lavar a diario
Aunque muchas personas lo tienen instaurado como un hábito, debemos evitar lavarnos el cabello todos los días. Los productos de los que hemos estado hablando deben actuar durante el mayor tiempo posible en el cabello. Además, cada vez que nos lavamos la cabeza estamos eliminando grasa del cuero cabelludo que, sin llegar a ser excesiva, es natural y aporta beneficios a nuestro pelo. Y es que cuanto más te laves el pelo, menos días soportará tu pelo limpio.
Evita la plancha y los secadores
Como sabrás, planchas y secadores son dos de los principales enemigos de un pelo sano. Por mucho que nos guste llevar el cabello en una determinada posición, el exceso de calor es increíblemente dañino para el pelo, ya que lo seca en exceso y elimina toda hidratación presente en él. Por ello, una de las primeras medidas que debes tomar es evitar estos aparatos en tu rutina y, en caso de verte obligada a utilizarlos, recurrir siempre a protectores de calor.
La importancia del peine
Por último, evita utilizar peines demasiado rígidos que puedan romper tu cabello. Si el pelo está frágil, lo más probable es que se rompa cuando se produzca algún enredo. Por ello, nuestra recomendación es que desenredes el cabello con las manos o adquieras un peine específico para enredos. Si de reparar el cabello se trata, romperlo es lo último que queremos.