No diremos que son milagrosos, pero los masajes no sirven sólo para relajarnos sino que, con constancia, pueden mejorar mucho el aspecto de la piel de naranja.
Mejoran la circulación y tonifican los músculos, esto favorece la eliminación de grasas acumuladas que tanto nos molestan. No es necesario utilizar nada especial, el masaje os lo puedes dar con la mano, con un cepillo de cerdas naturales o con un guante abrasivo. También sirven otros masajeadores del mercado que podáis tener.
Si se repite por todo el cuerpo, excepto en el rostro, y no sólo en las zonas afectadas, los resultados serán mejores. Al principio, es mejor masajear suavemente para aumentar la intensidad día a día, sin pasarse, claro. El abdomen debe masajearse con movimientos circulares y las piernas hacia abajo, siguiendo el sentido de la circulación.
Las cremas también pueden hacer más efectivo el masaje. Esmeralda Díaz Aroca, autora de la guía 'Cómo estar estupenda', comenta que las mejores son aquellas que incluyen cafeína, vitamina E, centella asiática o algas marinas.