Se trata de un color parecido al tono de nuestra piel, por lo que también es llamado color maquillaje, y puede ser más oscuro, o claro, dependiendo de cada una, tirando más hacia un marrón beige o un rosado tenue dependiendo de cada caso.
Aquellas de piel morena lo tienen fácil, ya que cualquier tono les sentará bien, pudiendo llevar hasta los más claros para crear un contraste muy elegante con su piel. Sin embargo, las de pieles más claras tendrán que buscar un poco más para dar un color adecuado que no apague su tono natural.
El caso es que, una vez lo hemos encontrado, esta tonalidad puede convertirse en casi nuestra mejor amiga, sobre todo en cuestión de zapatos. ¿Por qué? Pues porque crea un efecto uniforme con nuestras piernas consiguiendo así alargarlas visualmente y haciendo que nos veamos más estilizadas, ¿suena bien verdad? Además, quedarán genial, no solo con faldas y vestidos, sino también con pantalones tobilleros, shorts y bermudas. Podemos lucirlos en todas sus versiones, que van desde el básico zapato de salón o stiletto, hasta las botas altas, pasando, por supuesto, por botines, sandalias, bailarinas, deportivas, cuñas y un sin fin de diseños.
Por todos estos motivos es ya un básico de fondo de armario y, si aún no tienes el tuyo, ¡no esperes más! Aquí te dejamos una selección de más de 50 ideas entre las que seguro encontrarás un diseño perfecto para ti. ¡No te la pierdas!
¿Con cuáles te quedas?